Uno de los factores de interés de la miel, es la posibilidad de nutrirse del azúcar destilado que elaboran las abejas es como alimentarse de las flores, directamente de la Naturaleza. Desde los tiempos de los romanos y de los griegos hasta hoy, la miel, desde el punto de vista dietético-nutricional, está en auge. Pero, ¿qué es en realidad la miel? U n producto renovadisimo, azucarado, que elaboran miles de abejas absorbiendo néctar de una infinidad de flores.
Absorbiendo su néctar, transformándolo después en un destilado de azúcares simples, que son la levulosa, la dextrosa y la sacarosa, en orden cuantitativamente decreciente.
Y, por otro lado, una cantidad de otras infinitas sustancias valiosas, no todas creemos identificadas. Veamos la ficha químico-analítica de la miel. En ella encontramos manita, sustancia de efecto ligeramente laxante; proteínas (sustancias plásticas); poquísimas grasas; resinas y sustancias gomosas; minerales como fósforo, hierro, calcio, aluminio, magnesio, silicio, potasio; enzimas (diastasa); dextrina y hasta un antibiótico, la inhibina.
Pero está claro que la miel pertenece al grupo de los glúcidos, porque el 75 por 100 de sus compuestos son azúcares, sustancias energéticas por excelencia.
Según la flora que rodea el hábitat de las abejas, existen muchas variedades de miel, diferentes también en su aspecto, además de su composición química. Por lo común, la miel aparece como una sustancia viscosa, de tonalidad amarillenta, brillante, de sabor muy dulce y aroma inconfundible.
Puede aglutinarse en pequeños cristales que desaparecen cuando se la calienta. Es bueno tener presente que para juntar un kilo de miel, las abejas deben visitar y absorber con la engobes su lengua aspirante especial nada menos que dos millones de flores, extrayendo el néctar.
Según el tipo de flor y de néctar, se pueden obtener mieles diferentes: amarillentas, azuladas, negras, brillantes. Se distinguen además, según el lugar de procedencia, miel de campo, de bosque, etcétera.
La miel es un “alimento vivo”, altamente activo, energético.
Pero tiene también otras propiedades. Puede ser desinfectante, dado que solución es al 20 por 100 tienen una segura acción bactericida, mientras que solución es de miel al 10 por 100 tienen efecto bacteriostático. El organismo humano utiliza en pocos minutos la miel ingerida. Bien lo saben los deportistas.
El ciclista belga Eddy Merckx solía llevar cantimploras con un líquido extraño que parecía una gaseosa cola; en realidad, se trataba de una solución de miel, acuosa y fresca, que aseguraba a sus poderosas masas musculares, a sus cuádriceps, increíbles energías para pedalear, en especial en los Pirineos.
Esto sucede porque en la miel los azúcares se hallan en la condición de rápida utilización sin que deban intervenir complejos procesos digestivos. La miel es un alimento de altísimo número de “octanos”, porque las abejas ya realizaron en el néctar la división de las moléculas superiores.
Una cucharada de buena miel, no adulterada ni manipulada, aporta unas 200 calorías. Lo que significa que 4 ó 5 cucharadas dan las mismas calorías que 1 litro de leche pura, un enorme filete o una gran trucha asada. El Sports Co llegue de Canadá considera que la miel es el mejor producto energético para los deportistas, gracias a su poder calórico.
Dos cucharadas antes de la prueba mejorará en las marcas del atleta
A sí, jugadores de rugby, fútbol, baloncesto o ciclistas se alimentan, en los descansos, con miel o con productos fabricados con ella (pan con miel, leche y miel, bebidas con miel). En sum a, la miel es un poderoso remedio anti fatiga.
En los hospitales pediátricos norteamericanos se da miel en vez de azúcar. El director del Instituto de Maternidad de Nueva Jersey la utiliza constantemente con la leche en las raciones alimenticias para los pacientes pequeños. Esto se debe a que al parecer, la levulosa de la miel se asimila mejor que el azúcar de la leche (la lactosa), ya que no origina procesos de fermentación.
La miel tendría además acciones precisas en los trastornos gastrointestinales, así como una suave acción sedante, que favorece la dentición. La miel es un alimento ideal para tener en cuenta a la hora de desayunar.
Además es excelente para los estudiantes más grandes y para todas las personas que deben realizar un esfuerzo intelectual a diario, ya que la eficacia psicofísica tiende a disminuir a causa de la caída del nivel de azúcar constante de la sangre (hipoglucemia).
Una vez que se ha estabilizado la glucemia, se recupera al instante el rendimiento intelectual. La miel se emplea con fines medicinales en los siguientes casos:
Gastropatías: la miel ejerce una acción protectora de la mucosa gástrica en las gastritis y en la úlcera.
Afecciones respiratorias: la miel da fluidez a las mucosidades ocasionadas por el catarro; funciona como expectorante y calmante de la tos.
Estados febriles: la miel ayuda a bajar la fiebre.
Convalecencias: el estancamiento de la convalecencia en algunas enfermedades, especialmente las febriles, se combate eficazmente con la ingestión de miel.
Uso tópico: en llagas y heridas cutáneas la miel tiene efecto anti bactericida y cicatrizante, según Gubin; en los hospitales soviéticos, durante la guerra, a menudo se aplicaba miel en las heridas; en los centros sanitarios de Inglaterra se utiliza miel en las medicaciones ginecológicas operatorias después del parto.
Cosmética: por su acción nutritiva sobre la epidermis se la emplea en jabones, máscaras de belleza, cremas y lociones faciales y corporales.
Inyecciones: soluciones refinadas de miel, inyectable (la no refinada no puede inyectarse en el organismo), sirven bastante bien en las enfermedades hepáticas (intoxicaciones, en especial alcohólicas) y en las enfermedades de corazón ateroscleróticas (como la miocardio esclerosis).
Aquí la acción se ejerce en el músculo cardíaco (miocardio) por la incesante actividad contractura de los azúcares simples de la miel.
Veamos, por último, los efectos medicinales de otras pequeñas partículas de sustancias presentes en la miel: el fósforo, que sirve para los procesos de atención y memorización; el calcio, como antialérgico, sedante suave; el hierro, que tiene acción anti anémica; el magnesio, que alimenta al sistema nervioso central; el potasio, estimulante de la musculatura lisa (involuntaria) de las vísceras y de la estirada (voluntaria) de los músculos.
La miel actúa sobre la obesidad, que a tantas personas preocupa en el mundo, de dos maneras opuestas. El producto de las abejas ayuda a recuperar peso a los individuos delgados; a la-vez que actúa como adelgazante (una sola cucharada puede saciar, en el momento del apetito, el hambre excesiva) en aquellos que están excedidos en kilos.
