En el artículo de hoy, vamos a hablar de una dieta que está revolucionando el mundo de las dietas y de la nutrición, por tener un enfoque totalmente distinto al que estábamos acostumbrados hasta el momento. Hablamos, por supuesto, del Método Thinking.
¿Qué es el Método Thinking?
El Método Thinking tiene su origen en Diego Olmedilla, una persona que estuvo probando todo tipo de planes nutricionales y de dietas y que, tras comprobar que las dietas solo eran una parte de la solución al problema del sobrepeso, decidió probar algo completamente distinto.
Lo primero que hizo fue mentalizarse de que tenía una relación enfermiza con la comida, al nivel de la adicción. Tal y como sucede con un alcohólico, que solo puede acabar con el problema cuando es consciente de que lo es, Diego Olmedilla comprendió que, sin ser consciente de que el problema no está en el exceso de peso sino en la relación con la comida, no se puede superar la obesidad o el sobrepeso.
Así que, después de pensar al respecto, llegó a la conclusión de que la única solución para bajar de peso de forma acertada, era mediante las dietas y el ejercicio, pero con el acompañamiento de un equipo médico y psicológico que contribuyera a acabar con dicha adicción.
Cuando consiguió adelgazar gracias a este método, se dio cuenta de que era algo tan potente e importante, que no podía guardar para sí lo que había descubierto, y por ello, actualmente, ofrece el servicio (junto a un extensísimo equipo), llamado Método Thinking.
¿En qué se diferencia de otras dietas?
Como ya hemos comentado, el Método Thinking se diferencia de otras dietas en que no se basa únicamente en el ejercicio y la dieta, sino que engloba, también, el seguimiento médico y la terapia psicológica para resolver la adicción a la comida que está en el origen del sobrepeso.
Sin embargo, existen otras diferencias adicionales, que se derivan de lo anterior. Por ejemplo, en el Método Thinking, todos los planes que se ofrecen son totalmente personalizados. Evidentemente, no podía ser de otro modo, teniendo en cuenta que hay que atacar la adicción desde el punto de vista psicológico (ya sabes, cada mente es diferente).
Otra diferencia interesante es que, pese a que durante la primera fase se prohíben algunos alimentos, estas prohibiciones son mínimas y tienen como objetivo cortar vínculos adictivos. Una diferencia abismal respecto a otras dietas (como la Dukan) que prohíben una gran cantidad de alimentos, llegando al punto, incluso, de poder ser perjudicial para el organismo.
Las cuatro patas del Método Thinking
El Método Thinking se basa en cuatro patas que permiten el desarrollo interior y exterior del paciente. Como ya hemos señalado, el Método Thinking no se basa únicamente en ofrecer unos alimentos que permitirán al paciente reducir su peso, sino que integra una gran cantidad de valores añadidos que acaban comportando una mejor forma de vida:
- Nutrición: La primera de las patas, como es obvio, es la nutricional. Aunque el Método Thinking no se basa únicamente en ofrecer una dieta al paciente, ésta es una parte fundamental del método. Dicha dieta está basada en la dieta mediterránea, contando con una gran cantidad de frutas y verduras de temporada, controlando determinados alimentos como las grasas y los aceites.
- Seguimiento: La segunda pata del Método Thinking es la del seguimiento físico por parte del equipo médico. Para garantizar que todo está saliendo según lo planeado, los médicos harán las comprobaciones oportunas cada poco tiempo, de forma que, en el caso de que sea necesario, se puedan aplicar cambios en la dieta tan pronto como sea posible.
- Psicología: Al igual que se ofrece un seguimiento físico, en el Método Thinking también se ofrece un seguimiento psicológico, ya que, como todo el mundo sabe a estas alturas, no se puede tener un cuerpo sano sin una mente sana. El equipo de psicólogos y coachs del Método Thinking asesorarán y ayudarán a los pacientes desde un plano mental, ayudándoles a superar sus miedos y sus ansiedades.
- Ejercicio: Por último, una pata fundamental no solo en esta, sino en cualquier dieta, es la del ejercicio. Con el ejercicio, se consigue que los resultados obtenidos gracias a la dieta se vean potenciados, por lo que el equipo médico del Método Thinking también te asesorará a este respecto.
Como ves, como ya señalábamos anteriormente, el Método Thinking tiene dos puntos que son muy semejantes a los de las demás dietas (ejercicio y nutrición), pero incluye un valor adicional que es el del equipo médico y de psicólogos, que contribuye a que el paciente tenga la seguridad de estar yendo por el camino correcto en todo momento.
Las tres fases del Método Thinking
Las fases de las que consta el Método Thinking son tres, y están enfocadas a conseguir que el paciente alcance el peso ideal para su cuerpo, y a mantener dicho peso en el largo plazo:
- Fase de adelgazamiento: La fase de adelgazamiento es la fase de pérdida de peso propiamente dicha, en la que el paciente tendrá oportunidad de conocer las claves para reducir su peso y podrá empezar a ejecutar la dieta, con una variación adecuada de los alimentos que consume cada día. Por supuesto, con el asesoramiento constante del equipo del Método Thinking.
- Fase de consolidación: La fase de consolidación se alcanza cuando, tras llevar el tiempo suficiente en la fase de adelgazamiento, el paciente se encuentra cerca del peso ideal. El equipo del Método Thinking evaluará si el paciente ha alcanzado ya ese punto y, en el caso de que sea así, variará ligeramente la dieta para adaptarla a la nueva fase.
- Fase de mantenimiento: La fase de mantenimiento, que es la última, se alcanza cuando el paciente ya ha llegado a su peso ideal. Esta fase tiene una duración de entre dos y tres meses y, como sucede en otras dietas, se basa en la educación de la persona para que comprenda cómo se pueden integrar todos los alimentos sin que ello implique un aumento del peso.
Como ves, estas fases son parecidas a las que ya has podido ver en otras dietas, como, por ejemplo, la Dieta Dukan. Sin embargo, recuerda que, en el caso del Método Thinking, siempre habrá un equipo de médicos, nutricionistas, psicólogos y coachs que te ayudarán a pasar de una fase a otra para que las superes con éxito.
¿Para quién está recomendado?
El Método Thinking está especialmente pensado para aquellas personas que, pese a haber hecho una gran cantidad de ejercicio y haber completado una enorme variedad de dietas, siguen sin poder bajar de peso.
Como ya hemos señalado repetidamente a lo largo del artículo, el Método Thinking no trata tanto el sobrepeso en sí mismo, sino la mala relación con la comida (la cual, evidentemente, acaba derivando en sobrepeso).
Por ello es importante entender que el Método Thinking puede ayudar a la gente a adelgazar tanto cinco como cien kilos, porque lo que se está resolviendo no es el número de kilos que sobran en el organismo, sino la estructura mental que propicia una conducta adictiva (en este caso, hacia la comida).
¿Es peligroso?
En absoluto. De hecho, el Método Thinking es uno de los planes de adelgazamiento más seguros que existen, ya que no se basa en hacer pasar hambre al paciente, como sucede con algunas dietas, o en censurar y prohibir una gran variedad de alimentos, como sucede con algunas otras.
De hecho, durante la fase de adelgazamiento, que es la única en la que se realizan cambios en la alimentación diaria, lo que se sigue es la dieta mediterránea, que ha sido avalada científicamente en miles de ocasiones como una de las mejores del mundo.
A ello conviene sumar el hecho de que tienes un equipo médico profesional realizándote un seguimiento de forma continuada durante todo el proceso, por lo que puedes tener la certeza de que jamás has llevado a cabo una dieta de adelgazamiento tan segura como esta.
¿Y cuál es su precio?
El precio del Método Thinking se divide en dos partes. La primera parte, que engloba las fases de pérdida de peso y de consolidación, tiene un precio de 485€, mientras que la segunda parte, dedicada a la fase de mantenimiento, tiene un precio de 255€.
Puede que te parezca algo caro, pero tienes que tener en mente que estás pagando a un equipo de psicólogos, médicos, nutricionistas y coachs directamente para que te ayuden a adelgazar. Sin duda, es una inversión muy rentable, y, puesto que está orientada a mejorar tu salud y calidad de vida, no deberías escatimar.
Como ves, el Método Thinking puede ser la mejor opción para que bajes de peso sin poner en riesgo la salud. Y, lo mejor de todo, podrás hacerlo de una forma global, porque, como has tenido oportunidad de leer, el método no se basa únicamente en una colección de alimentos que consumir, sino en un asesoramiento constante.
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