El principio en el que se basa esta dieta consiste en la ingestión diaria de una cierta cantidad de fibras que, según muchos dietólogos, faltarían en la alimentación actual de las poblaciones de países desarrollados. La adición de fibras, según el doctor Siegal, se propone lograr tres resultados:
- El volumen de fibras y su capacidad de absorber los líquidos dan una sensación de saciedad y atenúan el apetito;
- Las fibras aumentan la velocidad de flujo de los alimentos ingeridos, sobre todo en el tramo intestinal, disminuyendo así el aporte calórico de los alimentos al cuerpo;
- Restableciendo un equilibrio entre sustancias nutritivas y fibras, todo el aparato digestivo se hallará menos expuesto a los inconvenientes de un intestino perezoso.
El mismo doctor Siegal indica en los puntos siguientes cómo seguir su dieta:
- Consultar con un médico antes de comenzar esta dieta (como debería hacerse con cualquier otra);
- Añadir a la ración diaria de alimentos al menos 7 gramos de fibras en forma de salvado natural (que corresponden aproximadamente a nueve cucharadas soperas llenas de salvado en copos); podría utilizarse también salvado machacado, mucho más fino que el del comercio y, en este caso, bastarán seis cucharadas llenas. Esta cantidad es el mínimo, es mejor aumentarla, pero sin exagerar:
- Tomar 1/3 de la cantidad de fibras diarias en cada una de las tres comidas principales; no usar azúcar o miel de ninguna clase, pero recurrir eventualmente a algún endulzante sin calorías:
— usar únicamente harina integral; - La adición de salvado a los alimentos debe realizarse gradualmente; no comenzar de golpe con las tres cucharadas por comida: es bueno comenzar la dieta con una cucharada por comida, tres al día y llegar, en dos semanas, a la dosis óptima de nueve cucharadas diarias previstas por la dieta;
- Usar aromas, condimentos y salsas con bastante libertad, para dar a los alimentos gusto y variedad de sabores. Naturalmente, cuando ciertas salsas contienen un importante número de calorías habrá que emplearlas con moderación;
- Para evitar posibles carencias en la ingestión de vitaminas, será oportuno tomar diariamente una gragea multivitamínica.
- Tomar 1/3 de la cantidad de fibras diarias en cada una de las tres comidas principales; no usar azúcar o miel de ninguna clase, pero recurrir eventualmente a algún endulzante sin calorías:
Dos alternativas excelentes descritas por el Doctor Siegal
Las dietas propuestas por el doctor Siegal son sustancialmente dos: una para la reducción de peso (R) y la otra para mantener el peso adquirido (M ). En el cuadro que damos a continuación se indican algunos alimentos base, de origen vegetal. La relación carbohidratos/fibras (C/F) contenidos en los mismos se indica con un número que señala para los valores más bajos la abundancia de fibras respecto a los carbohidratos, y viceversa para los valores más altos.
Todo, independientemente del número de calorías contenidas en cada alimento. En la dieta de reducción de peso se aconseja la elección de alimentos con relación C/F inferior a 25; mientras que en la dieta de mantenimiento basta con permanecer dentro de un C/F de 100. Sobre todo en la dieta de reducción de peso es necesario añadir a todo alimento una cierta dosis de salvado extra para poder hacer entrar de nuevo en C/F 25 los eventuales alimentos elegidos con escaso contenido de fibras.
Pollo y pavo se pueden comer libremente, a condición de quitar por completo su piel, donde se halla la mayor cantidad de grasas. Se puede comer carne magra de vaca una o dos veces al día, pero en cantidad limitada (porcio nes no superiores a 60 ó 70 gramos). Las carnes de cerdo y los embutidos están prohibidos. Se aconseja comer pescado, al menos dos veces por semana, y una vez por semana una porción de hígado.
Limitar a lo indispensable grasas y aceites y evitarlos, sobre todo, en la cocción de los alimentos. Se puede acompañar con un plato de ensalada cada comida principal, si es posible utilizando como condimento productos dietéticos con escaso número de calorías. Durante la dieta de reducción del peso no se admiten concesiones de ningún tipo al régimen alimenticio propuesto; no obstante, apenas logrado el peso deseado, se puede pasar a la dieta de mantenimiento, que permite una mayor variedad de alimentos.
Beber sólo leche descremada. Nada de alcohol durante la dieta adelgazante, pues es un ejemplo de alimento con calorías y sin fibras. En la fase de mantenimiento, el autor hace alguna concesión (una copa diaria) sólo para no enemistarse del todo con el paciente.
Se hace una recomendación importante: beber muchos líquidos (sin azúcar); en particular, se debe beber un vaso cinco minutos después de cada comida principal y otro antes de acostarse. Como última recomendación, moverse bastante durante la jomada.