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Remedios caseros o naturales sobre Alopecia

Se trata de una enfermedad que no es ni parasitaria ni contagiosa. Sus causas, de origen interno, son generalmente nerviosas. Su aparición casi siempre está precedida por una gran fatiga intelectual, que a menudo degenera en una verdadera neurastenia. Con frecuencia, gracias a ciertos tratamientos, los cabellos pueden volver a crecer.

La alopecia por zonas, conocida también bajo el nombre de peladura de Celso, es una forma particular de esta enfermedad. Aunque la pela­dura de Celso aparece en la barba, así como en otras regiones cubiertas de pelos (bigote, cejas, pubis, etc.), es sobre todo frecuente en el cuero cabelludo y se presenta en forma de placas redondeadas y ovaladas de tamaño variable, repartidas irregularmente, sin simetría.

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Alopecia femenina

La piel, a nivel de las placas, es blanca, lisa, sin descamación. Presenta en ocasiones pequeñas pieles atrofiadas y pálidas, pero nada más. Rara vez, y es éste su único síntoma sugestivo, la alopecia da una ligera sensación de prurito. La evolución de la enfermedad varía de un sujeto a otro: las placas que aparecieron en primer lugar pue­den permanecer estacionarías durante algunas semanas o meses y luego comenzar a adoptar una coloración menos pálida.

También puede manifestarse el nuevo crecimiento de cabellos, ora blancos, ora incluso pigmentados. Quizás considerarán que me detengo demasiado en una enfermedad insignificante o de todos mo­dos inofensiva. Pero sólo es insignificante rela­tivamente, ya que a menudo tiene repercusio­nes psicológicas. Hace algunos años un anciano doctor escribía: Conocí una vez un hombre que nunca quiso quitarse el sombrero.

«Siempre tengo tanto frío en la cabeza», decía a los que le preguntaban el motivo de su obstinación. A mí, como doctor, un día me lo confesó: «Doctor, no se trata de frío. Conservo puesto el som­brero porque soy calvo, pero no como lo son todos los demás calvos. Mi caso es muy particu­lar, sólo soy calvo por placas, como si las ratas me hubieran roído el cuero cabelludo en algu­nos puntos.»
En otras palabras, ese hombre sufría alopecia.

¿Qué decíamos? Ah, sí. En ciertos casos las primeras manchas tienen tendencia a crecer, mientras que otras comienzan a aparecer. Es en­tonces cuando el problema se hace importante y hay que dirigirse a un dermatólogo.

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Fitoterapia o remedio natural

¿Qué puede aconsejar en este caso el herbo­lario, para curar la alopecia con plantas? Poseo una receta que se me propuso hace algunos años. Hela aquí: preparen una loción com­puesta por 40 gramos de esencia de lavanda, 40 gramos de éter sulfúrico y 20 gramos de aceite de clavel.

Viertan todo esto en una botella de medio litro, mezclando hojas de laurel. Dejen macerar durante 10 días. Utilicen esta loción como fric­ción enérgica en las partes o placas desprovistas de cabello.
Existe también otra loción útil: 80 gramos de lantana (¿qué es la lantana? Se trata de un arbusto muy alto que crece espontáneamente en los bosques muy expuestos al sol. Pertenece, para la crónica, a la familia de los caprifoliá­ceas).

De modo que 80 gramos de lantana, más 20 gramos de ortiga, todo ello hervido. La lo­ción así obtenida sería muy útil, al parecer, con­tra la alopecia (agreguemos entre paréntesis que también estaría recomendado para teñir de negro los cabellos. ¿Les interesa?…)

Y para terminar, también es interesante el ungüento de un célebre herbolario, el padre capuchino Giorgio da Cartosio: 300 gramos de ajo picado y 200 gramos de alcohol que se dejan macerar du­rante ocho días.