Muchas enfermedades, a veces graves, pueden estar provocadas por las emociones, como por ejemplo, las
ceras de estómagos intestino o determinadas hipertensiones arteriales.
Importancia de la relajación
La relajación o entrenamiento autógeno conduce a liberar al cuerpo de las tensiones musculares inútiles y a relajar lo mental, y relacionada con un esfuerzo de concentración aporta la tranquilidad cerebral.
Se puede escoger entre dos métodos principales, el del médico alemán Schultz y el del médico estadounidense, doctor Jacobson. Aunque técnicamente diferentes, ambos métodos permiten alcanzar el mismo resultado: un buen equilibrio emocional.
Por otra parte, la sofrología que asocia la hipnosis a la relajación persigue también el mismo objetivo.
Estos métodos ayudan en gran medida a la resolución de conflictos emocionales que, en caso de persistir durante demasiado tiempo, afectan en mayor o menor medida a nuestros órganos. Es lo que conocemos como somatización, de ahí el nombre de los trastornos que se derivan, denominados enfermedades psicosomáticas (del griego, psiché, el alma, y soma, el cuerpo).
Sin embargo, es posible que no sea necesario acudir a la relajación, sea cual sea el método, si se sigue un simple consejo: no se atormente por un acontecimiento pasado puesto que ya nada se puede hacer o bien por un acontecimiento futuro que probablemente no llegará nunca.
Sólo existe el momento presente, no malgaste unos preciosos instantes con remordimientos estériles o en inútiles preocupaciones.
El momento presente es la lectura de este libro, los remedios naturales del doctor Paul Gireaux que debemos, en su mayor parte, a la fiel memoria de uno de sus hijos, el doctor Raymond Gireaux, nacido en 1905 y médico de pueblo como él.
Las propiedades de la naturaleza
La naturaleza ha dotado a los bosques, los prados, los campos y los jardines de maravillosos remedios útiles para el hombre.
Estos maravillosos dones que la naturaleza nos ofrece en forma de plantas, verduras y frutas se encuentran a disposición de aquellos que saben reconocer sus beneficiosas propiedades. Muchas de ellas poseen la propiedad de curar y restablecer la normalidad a una función momentáneamente trastornada.
Las plantas medicinales contienen en sus jugos unos principios activos que provocan en el organismo reacciones más o menos intensas y siempre beneficiosas cuando son utilizadas correctamente. Su uso permite al organismo debilitado por la enfermedad y que no puede defenderse eficazmente recuperar la fuerza necesaria para restablecer el libre juego entre los órganos y con él la salud.
El efecto de las plantas es, sin duda, mucho más lento que el de las medicinas alopáticas habituales, pero en contrapartida es de mayor duración, puesto que ataca el mal en profundidad y no aporta ningún trastorno perjudicial al organismo y además no provoca adicción.
La naturaleza mediadora es ante todo fuente de armonía y de salud que usted podrá encontrar en su plato, en su vaso y en su taza de infusión, pero también en la bañera.
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