Las judías son excelentes para aportar a nuestro cuerpo vitaminas y minerales, no las dejes fuera de tus comidas, para cocinar unas deliciosas judías blancas cocidas, se deben preparar las desgranadas recientemente, que no hay que ponerlas a remojo, además de contener un alimento más completo.
En cacerola se echan 100 gramos de judías, se cubren de agua fría y se arriman a fuego vivo; cuando rompe el hervor, se retira la cacerola y se refrescan al chorro del agua fría, se vuelve a arrimar la cacerola y se cubre con agua fría, se pone a fuego vivo y se agrega un ramo de hierbas a base de apio, una zanahoria pequeña y el blanco de un puerro; cuando rompe a hervir, se retira la cacerola a un lado del fogón, y tapada, se deja cocer moderadamente; una vez cocidas, se retiran las legumbres, se escurren y se reservan.
Notas.—Cuando se quiere guardar de un día para otro, se reserva en el mismo caldo.
Cuando son judías secas, se ponen a remojo en agua fría durante doce horas.
Judías blancas al aceite
Cocidas según se explica en la anterior receta y escurridas del caldo, se vierten en legumbrera, se sazonan con un chorro de aceite muy fino y jugo de limón y se sirven calientes.
Judías blancas salteadas con jamón
Una vez cocidas según la receta de judías blancas cocidas, se escurren.
En sartén se echa una cucharada de aceite, un diente de ajo machacado y 20 gramos de recortes de jamón magro cortado en dados pequeños; frito el ajo, se retira y se incorporan las judías, se rectifica de sal y se saltea unos minutos para que tome el gusto del jamón. Se sirve en legumbrera.
Judías blancas salteadas con tomate
Una vez cocidas según se explica en la receta de judías blancas cocidas, se escurren y se incorporan dos cucharadas de puré de tomate o tomate frito (ver capítulo de salsas en artríticos). Se sirve en legumbrera.
Puré de judías blancas
Cocidas y escurridas (ver receta de judías blancas cocidas), se pasan por un tamiz, se echa la pasta formada en una cacerola y se mezcla con 15 gramos de mantequilla, reuniendo dichos ingredientes con una espátula; se agrega una cucharada de nata espesa, y rectificado de sal, se sirve en legumbrera formando unos adornos con el canto de un cuchillo o con las púas de un tenedor.
Ensalada de judías blancas
Cocidas y escurridas (ver receta de judías blancas cocidas), se sazonan con salsa vinagreta. Se sirve en legumbrera salpicado con yema de huevo dura, picada, mezclada con un poco de perejil.
Lentejas
Las lentejas pueden prepararse según las recetas explicadas para las judías blancas.
Lentejas estofadas Carmelita
Limpios 100 gramos de lentejas finas, se echan en cacerola, 3e cubren de agua fría y se arrima al fuego vivo; cuando rompe el hervor, se asustan con medio decilitro de agua fría, se agregan un ramo de hierbas a base de apio, una zanahoria pequeña, un trozo de cebolla, una cucharada de aceite crudo y sal.
Se retira a un lado del fogón y se deja cocer despacio, procurando que, una vez cocidas, quede el caldo casi evaporado; entonces se retira la legumbre y se añade un majado de dos nueces, dos hebras de azafrán y una hoja de perejil, se deja hervir unos minutos, se rectifica de sal y se sirve.
Nota.—La adición de 25 gramos o algo más de patata picada poco antes de incorporar el majado traba las lentejas y enriquece su sabor, purificando el guiso, ya que la patata es un disolvente del ácido úrico.
La soja tiene el fruto parecido al fréjol. Es una vaina que contiene de tres a cinco semillas a modo de habas muy pequeñas. El pan o torta hecho de harina de semilla de soja constituye una sustancia alimenticia artificial, la cual se prepara una vez obtenido el aceite de estas semillas.
Pueden prepararse las semillas, o sea el grano, aunque no es corriente según las recetas explicadas para las judías blancas.