Es uno de los últimos descubrimientos en los mercados europeos, sin embargo, hace miles de años que los indios amazónicos conocen el guaraná (Paullinia cupana, Paullinia sorbilis) y lo utilizan como refresco, fortificante y estimulante físico. Ellos lo denominan el «elixir de larga vida».
Según la leyenda, procede de los ojos de los dioses, ya que cuando el fruto se encuentra maduro, su cáscara se rompe y aparece una especie de almendra de color muy oscuro, rodeada de una sustancia blanca que recuerda al ojo humano.
Los mineros del brasil tienen la costumbre de tomar guaraná
La planta del guaraná es arbustiva y trepadora, de tallo flexible y largo y con unas pequeñas raíces que se adhieren. En estado salvaje, forma una liana que se enreda en los troncos de los árboles altos y hace que sea difícil recoger sus frutos. No obstante, los indios también la cultivan, lo que facilita esta tarea.
El fruto es pequeño, del tamaño de una nuez y con forma de pera. En el interior tiene tres cápsulas, cada una de las cuales alberga una semilla.
Un gran adaptógeno. El guaraná pertenece a las sustancias denominadas «adap- tógenos», es decir, que incrementan la resistencia o respuesta frente a varias situaciones que se considerarían como anómalas. Los adaptógenos sobrepasan las propiedades y cualidades de las plantas tonificantes tradicionales.
Entre sus principios activos destacan la cafeína, en una proporción del 3 al 5 % (similar a la del café), y la teobromi- na, el alcaloide del té. Por lo tanto, es mejor no tomarlo por la tarde o la noche ya que podría producir insomnio. Se ha demostrado que su uso durante períodos prolongados no produce efectos secundarios ni dependencia alguna.
Sus principales efectos beneficiosos son:
Es un poderoso tónico que aumenta la capacidad de esfuerzo físico y reduce la sensación de fatiga.
Es un estimulante neurocardiaco que aumenta la fuerza y la frecuencia de los latidos, lo que a su vez incrementa el flujo sanguíneo del corazón.
Además de sus propiedades tónicas o estimulantes, el guaraná es un regulador y normalizador general de cualquier trastorno o desequilibrio. Regula la secreción de adrenalina, mejora la respuesta del organismo frente al estrés y los trastornos nerviosos e, incluso, la depresión leve. También controla la secreción de cortisol, hormona reguladora de los procesos inflamatorios.
Es beneficioso para el hígado. Previene el colesterol, ya que aumenta la producción de lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL).
Está indicado en casos de diarrea
En el aspecto nutritivo, el guaraná también destaca por su contenido en calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro y fibra. Puede ser una buena ayuda en las dietas de adelgazamiento, ya que si se toma un poco antes de las comidas, reduce el apetito y, por lo tanto, la ingesta de alimentos es menor.
Se suele vender en forma de cápsulas (se toman de 1 a 4 g diarios en las principales comidas) o como extracto en polvo; en este caso, se disuelve en medio vaso de agua o zumo de fruta, antes del desayuno.
En Brasil, las semillas de guaraná se tuestan a fuego lento, se machacan y se amasan con harina de mandioca y agua, formando una «pasta de guaraná», que se disuelve en agua y se bebe en el desayuno.