Esta alga es uno de los alimentos naturales más ricos en numerosas sustancias vitales: vitamina B12 (con 10 g se cubre el 533 por ciento de la dosis diaria recomendada, lo cual permite cubrir ampliamente incluso las necesidades de los vegetarianos); betacaroteno o provitamina A (unas 15 veces más que las zanahorias) que es un poderoso antioxidante; hierro, ácido gamma-linolénico, manganeso, cobre, etc.
Es dos o tres veces más rica en vitamina E que el germen de trigo y con tanto contenido en calcio, fósforo y magnesio como la leche.
Posee un 70% de proteínas de alta calidad
Muy equilibradas y fácilmente asimilables para el organismo. Tiene un 5% de grasas insa- turadas, esenciales para el organismo y que también se encuentran en los frutos secos y algunos aceites vegetales.
Su abundancia en minerales produce en la sangre un efecto alcalinizante y depura el organismo al eliminar los efectos ácidos propios de la dieta moderna.
La espirulina es recomendable en muchos casos, como en contra del colesterol. La espirulina, al igual que muchas algas, ayuda a disolver las grasas y depósitos adiposos producto de una alimentación incorrecta.
La espirulina reduce el co- lesterol gracias a su riqueza en clorofila (1,1 g por 100 g de es- pirulina), ácidos grasos poliinsaturados (1 g por 100 g de espi- rulina) y fibra (8 g cada 100 g de alga) y fibra (8 g en 100 g de espirulina), por la presencia de ácido nicotínico y por su contenido en aminoácidos esenciales, especialmente lisina, argi- nina, metionina y fenilalanina.
Contra la anemia
La espirulina contiene más hierro que cualquier otro alimento: seis veces más que los cereales completos y diez veces más que las espinacas. Además, se combina con una proteína, la ferodoxina, que permite su asimilación directa por el organismo.
La falta de hierro, componente de la molécula de hemoglobina, produce la disminución de glóbulos rojos en la sangre y desemboca en una anemia. Gracias a la hemoglobina, los glóbulos rojos aportan oxígeno a las células.
En las dietas de adelgazamiento. La espirulina se presenta habitualmente en polvo o en cápsulas que, tomadas antes de las comidas, con abundante agua, sacia el apetito y así se evita comer en exceso.
Contiene mucha fibra que, al absorber el agua, aumenta de volumen y produce una sensación de saciedad. Resulta muy adecuado en las dietas de adelgazamiento, ya que es un alimento rico en proteínas y vitaminas.
En la cocina. La espirulina en polvo se puede integrar a las sopas, ensaladas y a las masas para tartas.