Consiste en modificaciones quirúrgicas del tracto gastrointestinal que dificultan el proceso normal de digestión y absorción de los alimentos.
Desde su introducción en 1954 por Kremen (Kremen, 1954) se han diseñado diversas técnicas o procedimientos que permitirían corregir la obesidad con los mínimos efectos secundarios.
El tratamiento quirúrgico de la obesidad
Únicamente está indicado en los pacientes afectos de obesidad mórbida. Aunque este concepto es un poco ambiguo se suele aplicar a aquellos obesos cuyo peso esté entre el 180 y el 200 % de su peso ideal o peso deseable (Dikerman, 1982).
Además, estos pacientes deben cumplir una serie de condiciones o requisitos: no padecer ninguna enfermedad endocrina asociada o causante de la obesidad, haber fracasado en corregir su obesidad con tratamientos dietéticos sucesivos y tener una edad comprendida entre los 15 y 50 años (Montursi, 1981).
No hay acuerdo sobre cual es la mejor técnica quirúrgica en el tratamiento de la obesidad. Todas ellas tienen complicaciones o efectos secundarios no deseables.
La mortalidad directamente atribuida a la intervención oscila entre el 2 y el 3 %, pero las afecciones y complicaciones derivadas de las intervenciones son múltiples cuando realmente se consigue una pérdida ponderal notoría.
Por ello, en la actualidad existe una tendencia a reservar la intervención quirúrgica para casos muy extremos y cirujanos muy experimentados en este tipo de técnicas (Joffe, 1981). A continuación se comentan brevemente las diferentes técnicas.
Bypass intestinal
Básicamente se trata de excluir el tránsito intestinal de una parte del intestino delgado que es precisamente donde se realiza la absorción alimentaria.
Según las técnicas, 30 o 35 cm de yeyuno se anastomosan a 10,20 o 30 cm del íleon, quedando una parte de yeyuno y de íleon como asa ciega (Joffe, 1981). La pérdida ponderal en el primer año posintervención se cifra alrededor del 30% del peso inicial.
Los inconvenientes de esta operación son básicamente dos: 1. Los derivados de la malabsorción indiscriminada de los alimentos con pérdida de gran cantidad de ácidos biliares, que vertidos en el colon ocasionan diarrea, desequilibrio electrolítico, cálculos biliares y urinarios y lesión hepática. 2. Los derivados de la presencia de una gran asa intestinal excluida, con el riesgo de invaginación, úlcera péptica y poliartritis (Bray, 1977).
El Bypass biliopancreático consiste en realizar una gastrectomía distal, seguida de una gastroenteroanastromosis. La secreción biliopancreática continúa vertiéndose en el intestino delgado.
La ventaja de este bypass sobre el intestinal es la malabsorción selectiva de las sustancias que precisan ser digeridas y que son fundamentalmente las que brindan aporte calórico, conservando una absorción normal para agua, electrólitos y vitaminas hidrosolubles (Scor- pinaro, 1980).
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