Remedio Botánico 1: Diente de león
Infusión: Se vierten dos puñaditos de la raíz troceada en una taza de agua fría. Se hierve 1 minuto y se deja en reposo 15 minutos. Se toma una taza por la mañana y otra por la noche, durante 2 meses en primavera y otoño.
Remedios de la Abuela 2: Enebro común
Infusión: Se vierte una taza de agua hirviente sobre un puñadito de bayas, algo machacadas. Se tapa y se deja en reposo 25 minutos. Se toma una taza por la mañana y otra por la noche durante un mes como mínimo.
Remedio Eficaz 3: Grama aromática
Baño: Se echan 5 puñados de flores en cuatro litros de agua, que hervirá 1 minuto. Se deja en reposo 15 minutos, se cuela y se añade al agua del baño, que durará 15 minutos, a la temperatura de 38° C, tres veces por semana.
Remedios Efectivos 4:
Cataplasma: Se llena una bolsita de tela con flores de grama aromática, cerrada y sin apretar. Se mete dentro de tres litros de agua y se deja hervir 1 minuto. Se deja la bolsa 15 minutos en el agua y se exprime. Se aplica a la, zona dolorida lo más caliente posible.
Remedio Popular 5: Harpagofito
Decocción: Se hieve un puñadito de la raíz troceada en medio litro de agua. Se deja hervir 1 minuto y se reposa 8 horas. Se toma por el día, antes de las comidas, medio litro, durante dos meses.
Remedios Botánicos 6: Mostaza negra
Cataplasmas: Se mezcla un puñado de semillas frescas y trituradas con agua caliente, hasta formar una pasta. Aplicar sobre una tela que cubra toda la zona afectada.
Se retira al cabo de 1 minuto. Una gasa humedecida sobre la piel impedirá que la mostaza se adhiera. Las partes enrojecidas de la piel pueden espolvorearse ligeramente con polvos de talco o aceite de oliva tras quitar el cataplasma.