¿Qué es la clavícula?
La clavícula es el hueso curvado, sumamente frágil, situado encima y delante de las costillas superiores, formando parte del hombro. La fractura de clavícula provoca que, estando la víctima sentada o de pie, con los brazos caídos a los costados, el lado afectado parece más corto que el otro, con tendencia a levantarse hacia delante. El sitio de la rotura es fácil de localizar al tacto.
Tratamiento para las fracturas de clavícula
En la fractura de clavícula hay que colocar debajo de las axilas, entre el brazo y el tórax, un almohadillado hecho con algodón u otro material blando y suave, para que el brazo quede separado del costado; luego se improvisa un cabestrillo con una venda triangular, para que descanse el brazo, quedando la mano ligeramente más elevada que el codo; al fin, se inmoviliza el brazo sujetándolo al cuerpo con una venda ancha u otro material similar.
Conoce las consecuencias de la fractura de la espina dorsal
La fractura de la espina dorsal (columna de la espalda), en cualquiera de sus vértebras, es un accidente frecuente en los choques y las caídas. El peligro más grave reside en el posible rompimiento de la médula espinal, que es el cordón nervioso que corre desde el encéfalo, en la cabeza, a lo largo de toda la columna vertebral.
Cuando una vértebra se fractura o se desplaza, la médula se distiende, comprime o desvía, pudiendo incluso quedar totalmente seccionada.
Métodos para aplicar en caso de fractura de espina dorsal
En caso de fractura de la espina dorsal es, por tanto, primordial no mover a la víctima, para evitar lesiones en la médula.
Aunque no se sepa con seguridad que existe fractura, en caso de lesiones en la espalda hay que proceder como si realmente hubiese tenido lugar tal fractura. De este modo, hay que impedir que la víctima se incorpore e incluso que se mueva.
Si la médula espinal se ha partido o está expuesta a una presión excesiva, aparece inmediatamente la parálisis de las zonas corporales que están por debajo del punto de compresión o fractura.
Aunque con frecuencia la víctima pierde el conocimiento, si no es así ella misma explicará cuál es el punto donde experimenta mayor dolor; en tal caso, hay que rogarle que mueva los pies y las manos. Si le resulta imposible mover los pies solamente, la fractura es de torso, más si no puede mover ni los pies ni las manos, es seguro que padece fractura de la nuca (base de la cabeza) o de las vértebras cervicales. En ambos casos existe lesión medular, aunque no esté seccionada.
Una fractura de esta clase reclama la inmediata ayuda médica.
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