Información: Digestión Difícil
¡Cuántos problemas plantea la digestión! Apenas hemos terminado de comer cuando ya sentimos de pronto que algo no marcha, un peso en el estómago. Lo que falta en la biblioteca de la mayoría de la gente es una historia de las digestiones difíciles. Al parecer, ciertos actos guerreros llevados a cabo por Luis XIV nacieron de una digestión difícil.
Otro libro que habrá que escribir: ¿Cómo digerían? Napoleón, Carlomagno, Mahoma, Carlos Marx. ¿Cómo digerían? Se diría que existe un curioso y directo vínculo entre el estómago y el cerebro. Cuidemos entonces nuestro estómago. Vigilemos nuestras digestiones difíciles.
Algunos consejos naturales para la Digestión Dificil
¿Qué nos proponen las plantas? Infusiones, jarabes, etc. He aquí una infusión de hojas de menta. Tomar 3 gramos de hojas frescas, hacer una infusión en una taza de agua caliente, durante unos diez minutos. Esta infusión puede beberse, indistintamente, antes o después de las comidas. En primer lugar, estimula el apetito. En segundo lugar; calma las palpitaciones cardíacas, facilita la digestión y la evacuación de los gases eventuales.
Si su digestión es muy lenta (y probablemente lo es porque sufre de gastritis, de duodenitis, o porque tiene el hígado congestionado y padece de insomnio, de irritación o de angustias diversas), «significa que aún no ha probado la tisana de la felicidad».
Es así como se expresa Mességué. Es fácil de preparar: 10 gramos de salvia, 5 gramos de flores de brezo, 5 gramos de mejorana, 5 gramos de serpol y 10 gramos de hojas de fresas silvestres. Hacer una infusión durante 5 minutos. Mességué recomienda varias curas de 21 días cada una, combinados con períodos de descanso de 4 días.
Otras sugerencias de digestivos para el hogar
También resulta aconsejable para realizar una buena digestión la tintura de hojas de romero: tras haber lavado bien 20 gramos de hojas de romero, macerar en 100 gramos de alcohol de 60°. Dejar pasar 5 días, luego filtrar la tintura y volcar en una botella pequeña provista de un cuentagotas. Poner 15 a 20 gotas de esta tintura sobre un trozo de azúcar, que se dejará fundir en la boca o en una taza de agua muy caliente.
Todos sabemos que en caso de digestión difícil la manzanilla es la reina de los remedios. Se alaban sus virtudes estimulantes y estomacales desde hace siglos. Tomar 10 a 15 gramos de flores secas para un litro de agua hirviendo, dejar en infusión durante 10 minutos, preferentemente con una planta aromática o estomacal (anís o angélica). Los «técnicos» recomiendan tomarla media hora antes de las comidas. Los profanos añaden que también la puede beber después de las comidas y los efectos son los mismos.
Asimismo existe una tintura a base de manzanilla y de otras plantas: 20 gramos de manzanilla, 10 de ácoro verdadero, aromático, 25 gramos de canela, 25 de ajenjo, 30 de jengibre, 20 de lirio, 20 de genciana y macerarlo todo en un litro de alcohol de 90° durante 30 días. Luego filtrar 2 ó 3 veces el líquido obtenido y conservarlo en una botella herméticamente cerrada. En caso de mala digestión, tomar 10 gotas en un poco de agua caliente.
Siempre a base de manzanilla, existe también un vino digestivo: en un litro de vino blanco seco (si es de buena calidad, mejor), echar 100 gramos de flores de manzanilla secas. He aquí lo que conviene hacer: dejar macerar las flores en el vino; luego, al cabo de 5 días, filtrar el líquido y tomar una o varias cucharadas cada vez que se tenga la sensación de haber digerido mal.
Remedios para una digestión dificil
El licor de raíz de angélica es también un excelente digestivo: comprar al herbolario unos 70 gramos de angélica, que se cortará en trozos pequeños. Picar también 3 almendras amargas, y echarlo todo en medio litro de alcohol de 90°.
Ahora, cuidado: trasvasar, agitar enérgicamente, al menos cuatro veces diarias. Conservar la mezcla al abrigo del calor y de la luz. Y otra vez cuidado: al cabo de 20 días preparar un jarabe con medio litro de agua y 250 gramos de azúcar; una vez listo el jarabe verterlo en el recipiente anterior. Agitar, colar, filtrar el líquido tras dejarlo reposar todo un día. Sólo al cabo de un mes podrá emplearse este licor, bebiéndose un vaso pequeño cada vez que la digestión se anuncie difícil.
¿Y la achicoria? Sí, también puede utilizarse el zumo de sus hojas. Se obtiene hirviendo en medio litro de leche 40 gramos de hojas frescas de achicoria.
Otro buen digestivo se obtiene machacando en un mortero 60 gramos de nueces frescas, con su cáscara, 5 gramos de nuez moscada, 5 de corteza de canela y 5 de clavos de olor. Rociarlo todo con 2 litros de aguardiente. Dejar macerar durante 4 días y filtrar. Verter en una botella y añadir 2 litros de azúcar. Agitar de tanto en tanto, hasta que el azúcar se haya disuelto totalmente. Este preparado debe suministrarse en vasos pequeños.
Otras hierbas digestivas
Citemos también otras hierbas «digestivas»: el ruibarbo, elogiado por sus virtudes estomacales, tónicas y fortificantes; el limón (aunque aquí no se trate de una planta), el lúpulo trepador, la melisa, la nuez moscada, el orégano, la hierba doncella, la cagarria-morilla (incluso si las morillas no son exactamente plantas…), y, ¿por qué no?, el pimiento (sólo la piel, por supuesto). Para tener una buena digestión, dicen los expertos, retirar la piel del pimiento y masticarla bien, muy lentamente, aunque haciendo un uso moderado de este producto.
¿Escucharon hablar alguna vez de «ratafia»? Quizás no. Se trata de un término francés de origen colonial (rack: aguardiente, vino, tafia = destilación de caña de azúcar) o latino (rata fiat conventio: se ha realizado el acuerdo). Es una expresión que se emplea cuando se hace un brindis. Por extensión, este término significa mezcla de ingredientes que, juntos, proporcionan un licor, muy saludable al parecer, «para el estómago, los cólicos, las indigestiones y el flato».
La receta se llama «ratafia» de las 5 semillas. La presentaré tal como la he hallado en los textos antiguos: Se requieren unos 5 litros de buen aguardiente, que se disponen en una botella de cristal y 15 gramos de cada una de las semillas siguientes, a añadir por cada litro de aguardiente: semillas de enelgo, de hinojo, de cilantro, de pastinacachirivía, de zanahoria y de anís de Florencia.
Habrá que mondar bien las semillas y machacarlas, antes de ponerlas en las botellas que contienen el aguardiente; dejar en infusión, al sol, durante 3 semanas o más, si se desea, moviendo tres o cuatro veces por día. Asimismo, la infusión puede no hacerse al sol, pero entonces requerirá más tiempo, entre un mes y 6 semanas, aproximadamente.
Luego, colar la infusión por un tamiz o una tela fina que nunca se haya utilizado. Tras colar el licor, añadir media libra de azúcar candi, ya fundida en un poco de agua, como un jarabe, y echarla en las botellas. Tapar cuidadosamente. «Así termina la «receta»: «Pueden beberse dos cucharadas después de cada comida, o también en ayunas si así se desea».