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Remedios caseros para el tratamiento de heridas (parte I)

Remedios caseros para el tratamiento de heridas parte I

Remedios caseros para el tratamiento de heridas (parte I)

Remedio casero 1: Aceite de hipérico

El aceite de hipérico no debería faltar en ningún botiquín. Es un efectivo remedio medicinal en caso de heridas abiertas, lesiones recientes, hematomas, y hasta en quemaduras y escaldaduras. El aceite de hipérico se aplica varias veces al día sobre la herida o lesión.

Remedio natural 2: Amargo sueco

Las llagas y cicatrices se curan sin dejar huella si se humedecen con amargo sueco antes de acostarse. Se empapa una torunda de algodón con amargo sueco y se aplica ligeramente sobre la cicatriz.

Remedio popular 3: Apósito de pie de león

Las hojas de pie de león recién cogidas se lavan y se chafan con un rodillo sobre una tabla. La pasta obtenida se coloca con cuidado sobre la herida. Si hay que cambiar el apósito, antes de colocar el nuevo simplemente se lava la herida con agua hervida fría.

Remedios caseros para el tratamiento de heridas (parte I)

Remedio de la abuela 4: Baño de asiento equiseto menor

En caso de heridas grandes en las piernas, es recomendable tomar baños de asiento de equiseto menor. Después no hay que secarse, sino que se debe sudar en la cama durante una hora, envuelto en un albornoz.

Remedio económico 5: Baño mixto

En caso de que se trate de heridas de gran superficie, el lavado se sustituye por baños de cuerpo entero de equiseto menor y de malva enana.

Para preparar adecuadamente un baño de cuerpo entero se ponen a remojo 200 g de equiseto menor (se puede sustituir por la misma cantidad de malva enana) en un cubo de 5 litros de agua fría. A continuación se calienta el extracto y se añade al agua del baño.

La zona del corazón tiene que quedar fuera del agua. La duración del baño será de 20 minutos. Por último, no se debe secar el cuerpo, es preciso sudar en la cama durante una hora, envuelto en un albornoz.

Remedios alternativo 6: Baño de cuerpo entero con serpol

Un baño de cuerpo entero con serpol favorece la curación de las heridas. Se ponen en remojo 200 g de serpol en cinco litros de agua fría. Luego se calienta el extracto y se añade al agua del baño.

La zona del corazón tiene que quedar fuera del agua. La duración del baño será de 20 minutos. No hay que secarse, lo conveniente es sudar en la cama durante una hora, envuelto en un albornoz.

Remedios caseros para el tratamiento de heridas (parte I)

Remedio botánico 7: Caléndula

La infusión de caléndula favorece la curación de las heridas. Se añade agua hirviendo sobre una cucharadita colmada de caléndula por taza, se deja reposar medio minuto, se cuela y se bebe a sorbos una o dos tazas al día.

Remedio eficaz 8: Cataplasma de equiseto menor

Las cataplasmas de equiseto menor curan incluso heridas que se están necrosando.

Se pone un puñado colmado de equiseto menor en un colador sobre una olla de agua hirviendo, de forma que se caliente con el vapor ascendente.

Las hierbas calientes se depositan en un paño limpio, que se coloca sobre la herida. La cataplasma se fija con paños calientes. Se dejará que actúe varias horas o durante toda la noche.

Remedios caseros 9: Cataplasma de galio

Las cataplasmas calientes de extracto de galio curan las heridas. Se vierte medio litro de agua hirviendo sobre dos cucharaditas colmadas de galio, se deja reposar medio minuto, se cuela y se empapa un paño con el líquido o tenido. La cataplasma se coloca sobre la herida y se envuelve con un paño caliente.

Remedios naturales 10: Cataplasma de verónica

Se prepara un extracto de verónica del modo habitual. Con él, se empapa un paño limpio y se coloca como cataplasma caliente sobre la herida. La cataplasma debe actuar, si es posible, durante toda la noche y mantenerse caliente con más paños.

Remedios caseros para el tratamiento de heridas parte I

Remedios populares 11: Centinodia

Se vierte medio litro de agua hirviendo sobre dos puñados colmados de centinodia. Se deja reposar medio minuto, se cuela y se lava la zona afectada con el extracto.

Remedios de la abuela 12: Esencia de árnica

Las heridas recientes se tratan aplicando cataplasmas de árnica varias veces al día. Para evitar irritaciones de la piel, se untará previamente la zona con aceite de manzanilla o de hipérico.

Antes de colocar el apósito, se aplica ungüento de caléndula sobre la zona de la piel afectada, para que el alcohol de la esencia no elimine la grasa de la piel.

Remedios económicos 13: Esencia de caléndula

La esencia de caléndula, diluida en agua hervida, es muy apropiada para preparar cataplasmas, sobre todo para heridas, úlceras por decúbito y úlceras purulentas.

Remedios alternativos 14: Infusión mixta

Como ayuda para lograr la curación de las heridas, es aconsejable tomar una infusión mixta de 100 g de ortiga menor, 300 g de caléndula y 100 g de milenrama.

Se añade agua hirviendo sobre una cucharadita de esta mezcla de hierbas por taza, se deja reposar medio minuto y después se cuela. Se beberán, a sorbos, cuatro tazas repartidas a lo largo del día.

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