Alcoholismo, causas y sintomas
Según la Organización Mundial de Salud, existe alcoholismo si alguien: «Ha consumido durante más de un año grandes cantidades de alcohol. Si ha perdido el control sobre ese consumo y si con ello se está perjudicando a sí mismo física y psíquicamente, así como a su posición social».
La transición entre consumo esporádico de alcohol y adicción es gradual. El consumo de alcohol frecuente puede llegar a producir el hábito, y de ahí al alcoholismo sólo hay un paso, que se da en el momento en que, ante la falta de alcohol, el cuerpo reacciona dando muestras de síndrome de abstinencia.
Mientras en la primera fase el enfermo necesita cantidades relativamente pequeñas del estupefaciente, éstas aumentan diariamente debido al hábito.
Se produce una intoxicación alcohólica crónica, que se puede manifestar de forma muy diversa: Inflamación de la mucosa del estómago (gastritis) con vómitos, dilatación del corazón «corazón de bebedor», enfermedades renales, depósito de grasa en el hígado e incluso la peligrosa cirrosis del hígado, impotencia, trastornos del sueño, arteriosclerosis e inflamaciones nerviosas.
Síntomas del alcoholismo.
Un síntoma especial del alcoholismo es el delirio alcohólico, el delirium tremens: Se producen lagunas en la memoria, así como ilusiones ópticas y acústicas como la llamada «alucinación alcohólica». Aparte de ésta existen muchas otras psicosis causadas por los trastornos de las funciones cerebrales, que produce el veneno del alcohol.
Los daños a la salud empiezan con 80 g de alcohol al día. Contenidos en un litro de vino o dos litros de cerveza. Con voluntad y energía suficiente, el paciente tiene la posibilidad de librarse de su adicción.
Aun así, casi siempre se recomienda una terapia especial: Normalmente son indispensables medidas psicoterapéuticas largas, un tratamiento en hospitales especializados o residencias con apoyo de medicamentos en caso de una abstinencia total. Las posibilidades de volver a recaer son muy altas.
Remedio Casero 1: EL Serpol
El Serpol: Se añade un litro de agua hirviendo a un recipiente con un puñado colmado de serpol; se tapa, se deja reposar dos minutos y se cuela en un termo. Se bebe una cucharada de esta infusión cada 15 minutos.
Las reacciones del cuerpo son drásticas: Nauseas, vómitos, defecación fuerte, micciones frecuentes y sudores sacuden al paciente.
Por otra parte, empieza a sentir gran apetito y mucha sed. Hay que repetir la cura hasta que el paciente este completamente recuperado de sus inevitables recaídas.