Tips para tratar el Cáncer de Estómago
Aunque el cáncer de estómago puede aparecer a cualquier edad, su frecuencia aumenta considerablemente a partir de los 50 años. Los hombres sufren esta enfermedad dos veces más que las mujeres. Una úlcera de estómago crónica o una gastritis crónica favorecen lógicamente el cáncer de estómago.
Sus primeros síntomas son parecidos a los de otras enfermedades gástricas: presión y sensación de saciedad, falta de apetito, anemia, pérdida de peso y vómitos. Si se tienen estos síntomas, se debe consultar al médico. Un reconocimiento temprano de esta enfermedad es muy importante para el tratamiento correcto.
Tratamientos Botánicos para el Cáncer de Estómago
Remedios Caseros 1: Cataplasma de amargo sueco
Diariamente se debería colocar una cataplasma de amargo sueco sobre el estómago.
Remedio Eficaz 2: Cataplasma de equiseto menor
Para luchar contra esta enfermedad, también se recomienda colocar sobre el abdomen dos veces al día, durante dos horas, una cataplasma de equiseto menor.
Remedios Populares 3: Infusión mixta
Contra el cáncer de estómago se beben diariamente de seis a ocho tazas de infusión de ortiga menor y de caléndula a partes iguales. Para preparar la infusión se toma una cucharadita colmada de esta mezcla por taza, se añade agua hirviendo, se deja reposar medio minuto y se cuela.
Remedio de la Abuela 4: Jugo de aleluya
Con la infusión anteriormente mencionada se toma cada hora, sobre todo al comienzo de padecer cáncer de estómago, de tres a cinco gotas de jugo de aleluya recién exprimido.
Remedio Botánico 5: Jugo mixto
En una licuadora se exprimen las siguientes plantas recién cogidas y lavadas: ortiga menor, diente de león, milenrama y llantén menor. Del jugo resultante se toma una cucharada colmada cada hora.
Remedios Naturales 6: Ungüento de caléndula
El ungüento de caléndula, que se aplicará sobre la piel antes de colocar la cataplasma de amargo sueco, se prepara de la siguiente manera: en una sartén se calientan 25 0 g de manteca de cerdo pura. Después se agregan dos puñados de caléndula (hojas, flores y tallos).
Se deja espumar todo una vez, se remueve bien y se retira la sartén del fuego. Se tapa y se deja enfriar durante la noche. Al día siguiente se vuelve a calentar ligeramente, se pasa el contenido de la sartén por un paño limpio y se exprimen las hojas, las flores y los tallos. El ungüento resultante se introduce en recipientes herméticos.