Aprende sobre la Tos Ferina y formas de tratarla
A las molestias que experimentan las vías respiratorias responde el cuerpo con tos. Los ataques de tos agudos en el niño pequeño pueden ser un síntoma de tos ferina contagiosa, enfermedad infecciosa de las vías respiratorias que afecta principalmente a niños entre uno y tres años.
La frecuencia y la gravedad de la tos ferina están disminuyendo hoy en día. Los responsables de esto podrían ser los cambios en la calidad de los agentes patógenos. Éstos se propagan exclusivamente por la inhalación de gotitas del aliento que contienen gérmenes.
El período de incubación es de siete a catorce días. La tos ferina totalmente desarrollada tiene tres fases. En primer lugar, la fase de catarro (de una a dos semanas), con tos y fiebre ligera. Luego le sigue la fase espasmódica, de tres a seis semanas, con ataques de tos espasmódicos, después de los cuales se vomitan flemas espesas.
En esta fase la cara del paciente está hinchada y la conjuntiva puede sangrar. Entre los ataques se produce una relativa mejoría. Más tarde comienza la llamada fase de declinación. Después de seis a doce semanas se consigue la mejoría.
Tratamientos Naturales para la Tos Ferina
Remedio Casero 1: Infusión mixta
Se mezclan, a partes iguales, flores y hojas de tusilago, flores de candelaria, pulmonaria y hojas de llantén menor. Se escaldan dos cucharaditas colmadas por taza y se deja reposar medio minuto. Se endulza con miel y se beben a sorbos tres tazas calientes al día.
Remedio Efectivo 2: Malva enana
En el caso de resfriados fuertes, se prepararan con las hierbas coladas y calentadas de la infusión, cataplasmas que se aplicaran sobre los bronquios, la garganta y los pulmones.
Remedio Popular 3: El requesón caliente
Se echa leche en una cacerola hasta que el fondo quede cubierto y se añaden 125 g de requesón. A continuación se calienta todo, removiendo vigorosamente. El requesón caliente, pero no demasiado y se extiende sobre un paño limpio y se aplica como cataplasma sobre el tórax durante la noche.
Remedio de la Abuela 4: Tusilago
Se recogen las flores, los cálices amarillos y las hojas; sobre una cucharadita de hierbas se añade agua hirviendo y se deja reposar medio minuto. Se endulza con miel y se bebe una taza caliente varias veces al día.
Remedios Eficaces 5: Serpol
Se mezclan serpol y llantén menor a partes iguales. Se calienta una taza de agua fría con una rodaja de limón y una cucharadita de azúcar moreno hasta que rompa a hervir, se retira el recipiente del fuego y se le añade una cucharadita colmada de hierbas. Se deja reposar todo medio minuto y se cuela.
La infusión resultante se bebe a sorbos tan caliente como sea posible. Al día se recomienda beber de cuatro a cinco tazas, que hay que preparar justo antes de su consumo.