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Propiedades y beneficios de la Celidonia

beneficiios y propiedades de la Celidonia

beneficiios y propiedades de la Celidonia

Celidonia, hierba de la golondrina

Llamada también «hierba de la golondrina», porque antiguamente se creía que esta ave se servía de la celidonia para curar la vista a sus polluelos ciegos, o «hierba de las verrugas», porque tiene un jugo amarillo usado contra las verrugas; es ésta una planta a la que no hay más remedio que mirar.

Indiscutiblemente ella, suele brotar en los muros, en los escombros y las ruinas de las casas viejas. De abril a octubre se abren sus umbelas vivas y alegres, de flores amarillas de cuatro pétalos, a los cuales ceden el sitio los dos sépalos; siguen después las gruesas silicuas muy largas, cuya longitud oscila entre 3 y 4 cms. Hojas Verdi azules.

La planta exhala un olor francamente desagradable, y cuando se rompe un tallo o algunas de sus hojas brota un líquido amarillo anaranjado. Según Dioscórea, esta planta aparece con las golondrinas y muere cuando éstas se van.

Haríamos mal en mostrarnos escépticos sobre la relación entre la planta y las golondrinas. Porque, efectivamente, la palabra «golondrina» procede del vocablo griego khelidon. El jugo amarillo de la celidonia, que recuerda al de la bilis, había dado mucho que pensar a los discípulos de Paracelso, defensores de su principio de las «signaturas» o correspondencias.

Propiedades y beneficios de la Celidonia

Teoría de Paracelso

Permitidnos una breve explicación de este principio. Paracelso estaba firmemente convencido de que entre los animales y las plantas existía una estrecha relación. Y que estas últimas habían sido creadas a imagen y semejanza del órgano o de la parte del cuerpo que estaban destinadas a curar.

Por ejemplo, la pulmonar, cuyas hojas, con motas blancas, recuerdan vagamente los pulmones, debía ser utilizada para curar este órgano. La hipérica, cuyo jugo recuerda la sangre, debía ser utilizada para curar las heridas.

Así pues, como decíamos, el jugo amarillo de la celidonia, en vista de que recordaba al de la bilis. Hizo pensar a los discípulos del gran Paracelso que esta planta estaba especialmente indicada contra las afecciones del hígado. El hecho más curioso es que recientes investigaciones de laboratorio han confirmado estas suposiciones.

¿Lo sabíais?

  • Es posible que estéis al tanto de ciertos particulares al respecto; no obstante, recordaremos que los antiguos solían afirmar que la celidonia. Colocada sobre la cabeza del enfermo, le hacía llorar si iba a morir y cantar si iba a sanar.
  • ¿Sabíais que la celidonia ha sido definida como «la mejor de todas las plantas y la más cruel de todas»? ¿Por qué cruel? Porque es muy tóxica y, sobre todo, los caballos, los jumentos y los gansos lo saben muy bien. Tanto que al pasar cerca de ella dan media vuelta y se alejan?
  • ¿Sabíais que ios alquimistas, a causa del color dorado de sus flores, creyeron reconocer en ella al elemento botánico que permitía obtener la piedra filosofal?
  • ¿Sabíais que, precisamente a causa de tal creencia, fue bautizada con el poético nombre de «coeli donum»‘. Don del cielo?
  • ¿Sabíais que los antiguos creían que este «don del cielo» triunfaba de la peste y devolvía la vista a los ciegos?