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Propiedades de la cerveza y el whisky

La cerveza puede considerarse justamente una “bebi­da alimento” y se toma a menudo en lugar del vino. La cerve­za tiene sobre el organismo un efecto que depende mucho de su composición en sales, vitaminas, alcohol y anhídrido car­bónico. Se sabe que entre sus com ponentes abunda el lúpulo, que junto con el alcohol ejerce una acción que estimula el aparato gastrointestinal, cuyas secreciones aumenta (sobre todo las estomacales).

Comparada con los alcoholes fuertes, la cerveza es suave y no irrita las paredes gástricas. Por eso resulta beneficioso que los pacientes con gas­tritis beban cerveza. Algo similar sucede con los ancianos, ya que en éstos disminuye la secreción de jugos gástricos. Quie­nes tienen intestino lento y perezoso también pueden favore­cerse con esta bebida.

Propiedades de la cerveza y el whisky

Propiedades del yogurt

La cerveza es el acompañamiento ideal en la dieta de los enfermos de hígado por su baja cantidad de alcohol, y es menos tóxica para los pacientes alcohólicos. Esta suave bebida actúa también en los riñones, cuya diuresis estimula y sobre todo no implica mayor aporte de sodio, elemento escaso en la cerveza. Algunos estudios dermatológicos anglosajones afirman que la cerveza tiene un efecto nutritivo sobre la piel, aprovechable en ciertas irritaciones alérgicas.

Un uso poco difundido de la cerveza entre nosotros consiste en añadirla a las carnes antes de la cocción, lo que les brinda un muy especial sabor. Digamos que la acción del calor modifica su composición químico -analítica, y hay que
destacar sobre todo su composición de vitaminas.

Propiedades de la cerveza y el whisky

Proteínas del huevo y la leche

La ficha químico -analítica revela que 100 gramos de cerveza con 4 grados de alcohol tienen: agua (90 gramos),
proteínas (0,43 gram o), glúcidos (2,70 gramos), vitamina B1 (0,01 miligramos), vitamina B2 (0,03 miligramos), calcio (6 miligramos) y hierro (0,1 miligramo). Su poder calórico es de 49 calorías.

Propiedades del Whisky

Paul Dudley White fue indudablemente el más ilustre representante de la escuela cardiológica norteamericana, en particular de la Harvard Medical School. Se trata del hombre que fue encargado del destino de las coronarias de muchos presidentes de los Estados Unidos.

White ha sido el primero en sugerir la importancia de recurrir al alcohol, concretamente al whisky, en caso de angi­na de pecho o infarto de miocardio. El científico había notado que las crisis de angina de pecho se moderan o desaparecencían suministrando 30 centímetros cúbicos de dicha bebida.
La apertura de las importantes arterias aumentaba, e inevita­blemente esto podría relacionarse con la ingestión de la bebi­da.

Propiedades de la cerveza y el whisky

Propiedades de las legumbres, guisantes, judías, lentejas y soja 

Por lo demás, los farmacólogos enseñan que el alcohol en general tiene ese efecto dilatador en otras arterias. También el hombre común, bebiendo un vasito de whisky, se da cuenta de que la sangre le sube a la cabeza y a la cara, una se­ñal de que se produce esta activación de la circulación .

Lo que White suponía forma parte de las indicaciones de los cardiólogos modernos, y para muchos no sólo es válido para el whisky, sino también para las demás bebidas alcohóli­cas de alta graduación . Analicemos, por ejemplo, el aguar­diente. Es cierto que un ataque de angina de pecho puede re­ ducirse en im portancia fenomenológica y clínica con un vasi­to de aguardiente.

Consideremos que en Norteamérica se usa whisky también en algunas afecciones cerebrovasculares y en los frecuentes bloqueos de circulación en la parte interna del tejido cerebral. Se trata de los famosos y extendidos casos de apoplejía, que tienen una incidencia mayor que la del infarto cardíaco.

Propiedades de la cerveza y el whisky

Propiedades de la lechuga, espinaca, alcachofa, tomate, berenjenas e hinojo

Muchos neurólogos discuten este hecho y no coinci­den. De cualquier modo, al enfermo norteamericano de aneurisma -dilatación anormal de un vaso sanguíneo- se le da a veces whisky, sobre todo a quienes han sufrido un aneurisma denominado “subaracnoideo” , que simula síntomas de meningitis. Parece que el uso del alcohol en esa situación se remite al supuesto de que el whisky combate el espasmo de las arterias en torno al aneurisma.

El poder calórico de 100 mililitros de whisky es de 238 calorías.

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