La cebolla es una fuente de minerales esenciales. Al igual que el ajo, la cebolla es un alimento muy extendido como integrante en nuestra dieta diaria, pero como aquél, los fines terapéuticos de la cebolla en el campo de la dietética son muy recientes. Hablaremos de ellos.
La cebolla puede encontrarse en el mercado en varias formas y tamaños. Las propiedades curativas de la cebolla son poco conocidas aunque algunas ya son aplicadas, desde antiguo, en el campo de la medicina natural. Actualmente, se están empezando a estudiar científicamente sus auténticas propiedades terapéuticas partiendo de la base de que es una fuente importante de nutrientes para el organismo.
La cebolla resulta muy importante como antiséptico natural
La composición química de la cebolla nos ofrece un gran contenido en sales minerales y vitaminas, glúcidos, sustancias nitrogenadas y grasas vegetales.Contiene compuestos orgánicos derivados del azufre, muy importantes a la hora de combatir enfermedades infecciosas.
La cebolla favorece la digestión de los alimentos y la eliminación del líquidos acumulados en el organismo. Es más rica en minerales que en vitaminas, pero muy importante para la salud de nuestros huesos y dientes gracias a sus aportes en calcio y fósforo. Su poder depurativo la hace especialmente recomendable para aquellas personas de digestión difícil o que estén a régimen.
Como depurativo renal es un alivio muy aconsejable
Ya que, como se ha explicado anteriormente, la cebolla ayuda a eliminar el ácido úrico que se acumula peligrosamente en nuestro organismo. Como consecuencia de esta acumulación se pueden producir dolores reumáticos que encuentran un solución natural y eficaz en la cebolla.
Además de ser muy importante para la salud de nuestro cabello y nuestros dientes, un eficaz depurativo y una buena ayuda para una correcta digestión, la cebolla tiene otras propiedades: contra la tos y la gripe, como revitalizador en estados de debilitamiento, para la correcta circulación sanguínea e, incluso, como hidratante cutáneo.
La cebolla conserva todas sus propiedades cruda, aunque también se puede tomar cocinada sin que se resientan, ni mermen totalmente sus propiedades.
Al igual que el ajo, en las tiendas de dietética la cebolla presenta diferentes formatos. Existen concentrados o extractos, infusiones y vino de cebolla. También encontramos cápsulas de cebolla deshidratada que, pese a no conservar todas las propiedades de la cebolla cruda, elimina el problema del fuerte olor. Estas cápsulas están especialmente recomendadas para las afecciones respiratorias y los trastornos gastrointestinales.