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Remedios caseros para curar el Catarro

Remedios caseros para curar el catarro

Catarro Causas, síntomas y tratamiento

Los soldados de Napoleón, de los que se co­noce su valor, no temían ni los asedios ni las cargas, ni los asaltos, ni las largas marchas, ni a los enemigos más feroces. Pero, según dicen los historiadores, tenían su punto débil: temían al catarro.

El catarro nació casi al mismo tiempo que el hombre. Por lo tanto, su presencia en la tierra data de milenios. Sabemos que es molesto, contagioso, irritante, e ignoramos las causas. Se dice corrientemente que la causa es el frío. Sin duda el frío tiene su importancia para permitir la invasión de esos microorganismos desconocidos.

Pero no es en sí un factor predisponente en absoluto. Durante el invierno, conviene cubrirse con ropas que protejan del frío. Deben evitarse las corrientes de aire peligrosas, también llamadas «enfriamientos». Pero es indudable que una persona acostumbrada a vivir encerrada, que dispone de una excelente calefacción y lleva normalmente una bufanda en torno al cuello… será la primera en coger este mal.

¿Qué es un Catarro?

El catarro es una inflación aguda de la mucosa nasal, también llamada romadizo o rinitis aguda banal. ¿Quién es el responsable? Un virus. Pero, como ya hemos dicho, los «movimientos» de este personaje todavía los ignoramos.Por el contrario, los síntomas del catarro son muy conocidos: ardor nasal, acompañado por estornudos, a veces agrupados de a dos, oclusiones nasales, lagrimeo, dolores de cabeza, abundantes secreciones serosas.

¿Cuánto tiempo dura un catarro? Como promedio una semana.¿Qué hacer? ¿Llamar al médico? ¿Cómo, por un catarro llamar al médico? El catarro no es una enfermedad que se tome en serio. Al menos tiene eso de consolador.En los niños, esta infección de corta duración, puede plantear problemas. Los padres hacen en seguida un balance rápido: en el banco de acusados se encuentran entonces las amígdalas, las vegetaciones, etc.

A menudo se escucha: «¡Ah, sí!, en cuanto esté un poco mejor, se las voy a sacar.» Los padres creen, por lo general, que al tratar de proteger a sus hijos éstos estarán mejor. Al parecer, esta teoría es errónea, al menos en opinión de los médicos.

Las investigaciones y las estadísticas así lo prueban. Se dice, por ejemplo, que las amígdalas representan, por el contrario, una defensa contra las infecciones. Y bien, comparemos entre los centenares de personas que se han operado de las amígdalas y aquellas, también numerosas, que las han conservado intactas.

No existen diferencias notables en lo que se refiere a la predisposición para el catarro. ¿Quiere precaverse contra el catarro, dicen algunos? Fume. Hagamos entonces una comparación entre los fumadores y los no fumadores: se acatarran tan fácilmente los unos como los otros.

Remedios caseros para curar el catarro

Remedios caseros para curar el catarro

¿Desea alejar la amenaza del catarro? Lleve en el bolsillo algunas castañas de la India (eso es lo que recomendaba un espíritu extraño, hace algunos siglos), sus propiedades radiactivas le protegerán. Aparte de esta recomendación, que es una especie de broma, es mejor sin duda alguna confiar en la cebolla.

Existe un jarabe de cebolla que, según los fito terapeutas, es muy eficaz para combatir la inflamación de la mucosa nasal. Asimismo existe lo que se llama un «vino de cebolla» Se trata de una vieja receta, que nos ha sido transmitida a través de los siglos. He la aquí. Tomar de 100 a 150 gramos de cebollas peladas, echarlas en una botella de un litro, añadir 100 gramos de miel y cubrir con vino blanco de calidad.

Macerar durante unos 15 días. Filtrar. Pueden beberse diariamente entre 2 y 4 cucharadas. Hemos citado el jarabe de cebolla, pero sin indicar cómo prepararlo. Esta es la «receta». Hervir durante 3 horas 300 gramos de miel, 700 gramos de azúcar y un kilo de cebollas frescas, en un litro de agua. Enfriar. Pasar por el tamiz y luego verter el jarabe en una botella. Dosis: 3 a 4 cucharaditas pequeñas durante el día.

Los estornudos, indudablemente, juegan un gran papel en la lucha contra este mal su­perficial e inofensivo. ¿Desea estornudar? Coja una pizca de puntas florecidas de orégano, y re­dúzcalas a polvo fino, aspire un poco y verá como su nariz y su cabeza se descongestionarán rápidamente.

Para provocar el flujo de la nariz, emplee la albahaca: debidamente pulverizada y oportunamente aspirada. Un polvo indicado para estornudar es la flor de laurel rosa: un herbolario italiano la aconsejaba hace unos 50 años (reducirla a polvo muy fino y aspirarla como se hacía antaño con el tabaco).

A título preventivo pueden recomendarse las fumigaciones de mirtillo. Si han cogido frío, si han permanecido demasiado tiempo en una ha­bitación mal caldeada, si han salido sin ponerse el abrigo o la chaqueta, si saben que todos los miembros de la familia están acatarrados, pues bien, tomen sus precauciones y hagan fumiga­ciones de mirtillo.

Otros tratamientos caseros

Contra los catarros en general, e indirectamente contra la tos y la bronquitis, el botánico Lieutaghi aconsejaba la decocción de 4 a 5 gramos de borraja seca en 100 gramos de agua hirviendo. He aquí la receta de un ponche con extracto de angélica. Tomar 100 gramos de azúcar y 100 de agua, y preparar un jarabe, que se pondrá al fuego hasta el punto de ebullición. Mezclar bien.

Dejar enfriar y añadir dos litros de coñac y 430 gramos de extracto de angélica; filtrar. Verter el líquido en una botella. Una cucharada en una taza de agua hirviendo basta para obtener un excelente ponche. Si lo desean, también pueden añadir un trozo de cáscara de naranja o de limón.

Señalaremos, por último, un jarabe cuya re­ceta indica un botánico francés. Se prepara de la siguiente manera: macerar durante 24 horas aproximadamente una cantidad suficiente de regaliz picada en un litro de agua. Filtrar y aña­dir un chorro de azúcar; mantener a fuego lento hasta que se obtenga un jarabe consistente