Uso medicinales del Pelitre
El pelitre es, botánicamente hablando, pariente del tanaceto, y asimismo de la santonina. Para que podáis reconocerla, basta traducir su nombre latino: crisantemo. La farmacia utiliza sus extractos —la piretrina— como vermífugo.
Añadiremos a esto que los horticultores también conocen perfectamente la eficacia de este polvo en el tratamiento antiparasitario de los árboles frutales y de los huertos.
El pelitre se parece un poco a la margarita. Los frutos, bastante pequeños, deben ser sembrados a finales de marzo en terreno fértil: es preciso cubrirlos con una ligera capa de tierra y proteger las simientes con hojas secas o con paja. Regar cuidadosamente por la tarde, cuando el tiempo es seco y caluroso.
Propiedades del Perejil
Empezaremos por haceros una advertencia: cuando vayáis a coger perejil, tened cuidado de no confundirlo con una hierba que se le parece mucho, el hinojo de asno, también umbelífera, pero muy venenosa y que es llamada asimismo cicuta blanca.
Cuidado igualmente de no confundir al inofensivo perejil con otra hierba no menos peligrosa, la cicuta mayor, veneno bien conocido en la Historia. Cuando hablan del perejil los autores suelen decir: hierba demasiado conocida para que sea necesario describirla.
Cierto, pero también demasiado parecida a otras hierbas que son venenosas. De ahí la necesidad de definirla con precisión: tallo erguido, estriado; sus hojas son triangulares, con florecitas de un blanco verdoso en apretadas umbelas.
El perejil es oriundo de Oriente; se cultivan en los jardines diferentes variedades; se encuentra también en estado silvestre. No tiene preferencias, brota en cualquier terreno; con todo, las zonas herbosas le gustan más. ¿Cuándo florece? De mayo a junio. ¿Qué es lo que más le interesa al recolector? Todo; las hojas, las raíces frescas, los granos.
El perejil siempre ha sido muy buscado y ampliamente utilizado en medicina. Entre otras cosas, creíase antaño que tenía la facultad de hacer desaparecer los efectos de la embriaguez. En ciertas regiones de Francia se pensaba que aquel que sembraba el perejil se exponía a una muerte segura dentro del mismo año.
A causa de esta creencia, el Petroselinum hortense se encontraba en una posición difícil ante los hortelanos. En efecto, si el que lo sembraba tenía la muerte asegurada, ¿cómo hacer para sembrarlo? Los hortelanos, esos pequeños artesanos, hallaron la forma de salir del paso: «Sembraremos esta umbelífera en un pedazo de muro decían, esto es prepararemos al pie del muro la tierra que recibirá, dos años después, las simientes de la planta que haya madurado.» En el sur de Francia existe otra creencia: si una mujer encinta coge perejil, la planta morirá.
Sin embargo, no es justo que se hable tan mal del perejil. Ante todo perfuma; después, no olvidemos que los antiguos romanos, que habían descubierto sus grandes virtudes, la cultivaban con pasión.
Lo sabíais?
¿Sabíais que Carlomagno era un gran aficionado al perejil?
¿Y sabíais que dando a comer perejil a vuestros conejos su carne resultará más sabrosa
