Para que un tratamiento pueda considerarse exitoso es necesario que su efecto perdure durante períodos largos de tiempo.
En el caso de la obesidad, el éxito del tratamiento dependerá del mantenimiento del peso perdido con la intervención terapéutica, durante un período largo de tiempo.
Mediante la incorporación de procedimientos conductuales
Se consiguió que las pérdidas de peso obtenidas por los sujetos obesos se mantuvieran en un nivel aparentemente mejor que con otras formas de tratamiento.
Revisiones recientes de la literatura conductual (Foreyt, Goodrick y Gotto, 1981; Stunkard, 1982; Wilson y Brownell, 1980) señalan que el mantenimiento del peso perdido es bueno durante el período de un año.
Investigaciones con períodos de seguimiento de 3 a 5 años indican que la mayoría de los obesos experimentan importantes ganancias de peso, próximas a las que presentaban antes del tratamiento (Gotestam, 1979; Graham, Taylor, Hovell y Siegel, 1983).
La incapacidad para mantener el peso perdido por parte de los sujetos durante períodos más largos, se ha convertido en un importante problema clínico que requiere especial atención. La solución al problema se obtendrá a partir del momento que sea posible, por un lado identificar los factores fundamentales implicados en el proceso de recaída, y por otro las estrategias terapéuticas que faciliten al sujeto el mantenimiento del peso perdido.
El estudio de datos referidos a sujetos incapaces de mantener el peso perdido sugiere que el proceso de recaída puede ir asociado a determinados estados emocionales como estrés o depresión (Gormally, Rardin y Black, 1980). Asimismo, acontecimientos vitales (life events) inesperados o impredecibles también parecen facilitar la recaída (Dubbert y Wilson, 1983; Gormally y cois., 1980).
Un análisis más profundo de la problemática debería identificar en qué medida los estados emocionales negativos y positivos contribuyen al proceso de recaída, y cuáles son las estrategias conductuales y/o cognitivo conductuales aprendidas durante el tratamiento, que el sujeto deja de emplear y favorecen la ganancia del peso perdido.
Técnicas de prevención de la recaída
El interés por solucionar el problema del mantenimiento del peso perdido ha significado que los estudiosos del tema hayan empezado a emplear de forma más sistemática estrategias terapéuticas dirigidas a impedir el proceso de recaída y, consecuentemente, el mantenimiento del peso.
Como ya hemos señalado anteriormente, sabemos poco del proceso de recaída debido fundamentalmente a que este proceso se produce una vez que el sujeto ha finalizado el tratamiento y deja de asistir a sesiones terapéuticas.
Sólo nos percatamos del problema cuando el sujeto regresa a la terapia, mostrando su incapacidad para retornar al peso obtenido inicialmente.
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