Los suplementos dietéticos están en la frontera entre los alimentos y los medicamentos. Se presentan en forma de comprimido, cápsula, ampolla bebible, polvo granulado y concentran, en un mínimo de volumen, el máximo de nutrientes naturales de origen mineral o vegetal.
Con los alimentos tienen en común el hecho de que se toman por vía oral. Como medicamento, nos centraríamos en sus propiedades terapéuticas.
En líneas generales tienen las siguientes propiedades:
- Salvar las deficiencias en principios vitales (minerales, vitaminas, enzimas y aminoácidos) de la alimentación actual, a menudo demasiado refinada, desnaturalizada y desequilibrada.
- Aumentar la resistencia de nuestro organismo frente al estrés, la enfermedad y el cansancio físico o mental.
- Revitalizar a los convalecientes y las personas que se encuentran en baja forma.
La naturaleza brinda valiosos suplementos dietéticos
Hay suplementos simples y puros, nobles, como el polen, la levadura y el germen de trigo. Se trata de sustancias que tienen una composición muy compleja y aún misteriosa para los científicos, que sólo han podido aislar una pequeña parte de sus componentes, que juntos realizan una labor sinérgica y realmente beneficiosa para nuestra salud.
En la actualidad, se comercializan una multitud de productos compuestos, los complejos vitamínicos, y todo un surtido de combinados milagrosos.
(Cápsulas de suplementos dietéticos de distinta naturaleza)
¿Qué podemos esperar de los suplementos dietéticos?
Desde luego, no son la panacea para curar todas las enfermedades, pero sí que pueden proporcionar una mejora importante a nuestra salud y bienestar.
Esta mejoría puede ser a nivel preventivo, aumentando las defensas, mejorando la asimilación de nutrientes y favoreciendo la limpieza de la sangre y la eliminación de toxinas. También puede ayudar a combatir el cansancio, físico o mental, y mantenernos más jóvenes y vitales.
Se hace realmente complicada la clasificación de los distintos productos, ya que la mayoría de ellos benefician a todo el organismo en general (por ejemplo el ginseng es un adap- tógeno, a la vez que un energético). Los hemos dividido en dos grandes grupos:
- Suplementos vigorizantes o energéticos.
- Plantas adaptógenas.