La furunculosis en una enfermedad que consiste en el brote repentino de una o varias úlceras. Las mismas pueden después volverse muy grandes y producir mucho dolor. Aunque no es una enfermedad grave se ha determinado que puede llegar a serlo sino se trata. Hay algunos remedios caseros para la furunculosis.
Remedios caseros para la furunculosis
Según un antiguo botánico francés, el ungüento de potentila o tormentila (que se obtiene mezclando la raíz seca, previamente sometida a la acción del horno y pulverizada, con yema de huevo crudo) es un buen remedio contra los furúnculos inflamados y dolorosos.
El ungüento mencionado debe ser aplicado como una cataplasma de aproximadamente medio centímetro de espesor sobre un trozo de tela. No olvidéis cubrir la aplicación con algodón hidrófilo, para impedir que el ungüento se seque con demasiada rapidez. Es aconsejable renovar la medicación varias veces al día.
Es aconsejable renovar la medicación varias veces al día.
Tinturas y hierbas para la furunculosis
Tintura de árnica: poned a remojo, durante 20 días, 10 gramos de raíces de árnica en 100 gramos de alcohol. Aplicad un apósito con un lienzo empapado en la tintura así obtenida, por lo menos tres veces al día. Tened presente, después de haberla preparado, conservar este líquido en un frasco herméticamente cerrado.
también está considerado por todos los herboristas modernos como un excelente remedio contra los furúnculos. Estos maduran más rápidamente con la aplicación de cataplasmas de hojas de yedra cocidas en un poco de agua. También pueden cocerse bulbos de lirios blancos ,esa planta soberbia y perfumada perteneciente a la familia de las liliáceas en leche y aplicarlos sobre la parte afectada con ayuda de una gasa.
Dicen que las cataplasmas de patata son «milagrosas» aplicadas en los furúnculos. Y para terminar, otra receta: coced en 3 litros de agua 60 gramos de raíces de ortigas frescas durante una media hora. Dosis diaria: 2 tacitas.