Si eres de aquellas personas que lo intenta y lo intenta pero no consigue bajar de peso, te vamos a ofrecer algunas claves para encontrar las razones. Bajar de peso es una obsesión para muchas personas por el aspecto físico, por la estética, pero lo que realmente importa es mantenerse en un buen estado de salud.
El exceso de grasa es un precursor de enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cánceres. El consejo más eficaz para perder peso es mantener una dieta completa, sana y equilibrada y combinar esta práctica con el ejercicio físico de manera periódica.
Pero si con dieta y ejercicio no consigues bajar de peso, aquí te contamos algunos factores que pueden ser los culpables.
Bebidas alcohólicas
Las bebidas alcohólicas poseen muchas más calorías de las que piensas, además son alimentos ricos en azúcares. Las calorías del alcohol, calorías vacías, se concentran en el estómago y provocan que la digestión sea más pesada y el metabolismo más lento.
La edad, un temido enemigo
Seguro que cuando eras joven el tema del peso te preocupaba mucho menos. Es cierto que el sobrepeso en la juventud puede suponer un trauma importante, pero no es menos cierto que cuando se es joven es mucho más sencillo perder peso. Con la madurez, eliminar esos kilos de más cada vez cuesta más trabajo, ya que la tasa metabólica se reduce por lo que debemos tomar menos cantidad de alimento para saciarnos.
El ejercicio físico no consiste únicamente en hacer cardio o ir al gimnasio
La actividad física no debe limitarse únicamente a ir al gimnasio o hacer cardio, la vida activa es mucho más que practicar deporte. De nada sirve pegarse un palizón de actividad física en el gimnasio si durante el resto del día se mantiene un estilo de vida sedentario.
Unos buenos hábitos para no llevar una vida sedentaria son: subir y bajar las escaleras en lugar de tomar el ascensor, desplazarse a pie todas las veces que sea posible, si se toma el transporte público bajarse una parada antes del destino, etc.
Alimentos procesados e industriales
Todos sabemos que las verduras y las frutas deben suponer la base de nuestra dieta, pero de nada sirve si tomamos verduras congeladas. Algo parecido ocurre con los alimentos procesados (galletas, pan, azúcar), estos alimentos limitan la capacidad de perder grasa del aparato digestivo.
Es recomendable tomar alimentos frescos, que son ricos en antioxidantes, y a ser posible, de cercanía, para contribuir al consumo responsable.
Vives con mucho estrés
El ritmo de vida tan ajetreado que se vive en las sociedades occidentales es otra de las razones por la cual la gente no pierde peso. La hormona del estrés (el cortisol) puede aumentar la cantidad de grasa del organismo, sus niveles altos están relacionados de manera directa con el nivel de grasa visceral.
Descanso necesario
Cuando nos advierten que hay que descansar entre siete y ocho horas diarias no lo hacen por gusto, está demostrado que las personas que descansan menos de seis horas diarias son propensas a ganar kilos.
