Es frustrante emprender algo que nos cuesta hacer cierto sacrificio, siendo realistas, y no consigamos los resultados esperados. Pasa también cuando estás realizando acciones para perder peso rápido, pero éstos no llegan del modo en que esperabas.
Son muchas las preguntas que podrías hacerte al respecto: ¿estoy haciendo la dieta adecuada? Cada cuerpo es diferente y, lo que te funciona a tus amigas y amigos, puede que no tenga en ti los mismos resultados; ¿lo hago correctamente?
Convéncete de que no te a servir hacer la dieta dos días bien y otros tantos mal, y que te estarás engañando a ti mismo/a, no tu a nutricionista; ¿tengo expectativas demasiado altas? Márcate retos realizables (por ejemplo, un kilo por semana), y no objetivos que no contribuirán sino a que te frustres y aburras rápidamente; ¿tengo alguna patología específica?
Para responder a esta pregunta deberías consultar a un profesional (por ejemplo, un endocrino) y conocer los efectos de ciertos tratamientos en el que caso de que estés siguiendo alguno.
¿Por qué no adelgazo? No bajo de peso
Es una conversación que se da con relativa asiduidad, cuando alguien te dice que estás más delgado o delgada y tú contestas que pesas lo mismo. Entonces te suelta aquello de: “Pues habrás perdido solo volumen”. Puede ser cierto, y es por la diferencia que existe entre adelgazar y perder peso.
Aunque parezca una tontería, puede que esa persona te haya visto en un momento en el que, realmente, tenías menos peso, e incluso menos volumen. Se pierde peso, por ejemplo, cuando se hace deporte, aunque luego se recupera si tomas las medidas adecuadas en la dieta.
O incluso pesamos menos a primera hora de la mañana (porque la noche quemamos calorías) que durante el día. Por eso, los expertos recomiendan, cuando seguimos una dieta, pesarnos en la misma báscula, el mismo día de la semana y en torno a la misma hora.
Adelgazar sin bajar de peso puede darse cuando se pierde grasa pero, por ejemplo, se adquiere masa muscular, haciendo ejercicio que desarrolle la musculatura. Incluso es posible que se aumente, aunque el resultado sea una figura más esbelta.
Tampoco te agobies mucho con el número (a no ser que sobrepase los límites, por arriba o por abajo) y céntrate en, simplemente, sentirte bien contigo mismo/a, con que te guste cómo te ves.
¿Por qué no adelgazo? Sigo teniendo barriga
Hay cientos de complementos entre la dieta entre los que elegir, o alimentos en los que basar la misma con otras tantas propiedades diferentes. A esto se suma la también gran cantidad de ejercicios que puedes hacer.
Es posible que no estés enfocando tus hábitos a tu complexión o tipo de silueta. Para alcanzar los objetivos, debes dar mayor protagonismo a las herramientas indicadas para alcanzarlos.
¿Por qué no adelgazo? Adelgazo mucho sin motivo
La pérdida de peso que carece de voluntad y explicación no es ninguna suerte, como muchas personas piensan. Puede enmascarar patologías de otro tipo, de leves a graves, pero si atienden a tiempo se pueden solucionar, en muchos casos. Algo está ocurriendo en tu organismo, por lo que si esta pérdida es continua, es mejor que consultes a un profesional.
El porqué de tu dificultad para adelgazar
Seguramente hayas probado una gran cantidad de dietas, desde la Dukan y Sanitas a la Detox, y también hayas seguido una gran cantidad de guías que te han dicho que evites los hidratos, consumas proteína y realices ejercicio aeróbico cada X tiempo.
Y, seguramente, pese a todo, notas que no adelgazas. Y es normal, porque no estás siguiendo una vida de persona delgada, sino que sigues con tu vida de persona con sobrepeso (lo cual incluye seguir dietas para intentar adelgazar).
Para adelgazar, hay que seguir una vida de persona delgada, y eso incluye determinados hábitos que se hacen sin el objetivo de adelgazar, pero que tienen esa consecuencia. ¿Por qué se hacen? Por ninguna razón en particular. Se hacen y punto.
Por ejemplo, las personas delgadas no suelen darse atracones, sino que comen un plato normal y corriente (puede que incluso algo mayor que un plato normal) a la hora de comer y cenar, y aguantan el resto del día tranquilamente. Si sienten hambre, miran el reloj y dicen “bueno, solo falta una hora para la comida”, en lugar de comer algo.
Las personas delgadas van a correr o a realizar fitness no porque quieran adelgazar, sino porque les ayuda a relajarse, porque el ejercicio no siempre tiene como objetivo el adelgazamiento, sino que tiene otros muchos beneficios, algunos de ellos, psicológicos.
Esto no significa que dejes de mirar con cuidado qué es lo que comes, dejes de tomar stevia, o dejes de focalizar tu día a día en quemar grasas. Lo que quiero decir es que tienes que empezar a adoptar una vida de persona delgada, en lugar de andar consultando continuamente cuántas calorías tiene este o este otro producto.
Mejorar la salud
Las personas delgadas no engordan porque suben y bajan al piso por las escaleras, no en ascensor. Cuando van al metro, o al centro comercial, toman las escaleras normales, no las mecánicas.
Ojo, y no es que lo hagan para no engordar, sino que lo hacen por otras razones (por ejemplo, porque es más rápido ir por las escaleras normales que por las mecánicas). Así que, la próxima vez que veas algo fácil y algo difícil, plantéate qué haría la persona delgada.
Todo esto te ayudará no solo adelgazando, sino mejorando tu estado de salud. Las personas delgadas suelen tener menos problemas de hipotiroidismo, por ejemplo, porque los problemas de tiroides y de glucógeno están relacionados con el sobrepeso.
Déjame repetirte que esto no quiere decir que dejes de evitar los refrescos (que no solo engordan, sino que producen daño dental), o que dejes de comprobar el tipo de lácteos que compras.