Entendemos por radical cualquier sustancia que sea capaz de participar en reacciones de transferencia de electrones (reacciones de oxidación-reducción). A pesar de que esta definición pueda hacernos pensar en extraños productos tóxicos industriales; los radicales libres más comunes y peligrosos para el organismo son los iones derivados del oxígeno, producidos constantemente en nuestras células.
Por tanto, el oxígeno, un elemento imprescindible para la vida, puede convertirse en un poderoso veneno por un simple intercambio de electrones; al oxidar (robar electrones) importantes moléculas biológicas.
De esta forma se producen alteraciones del ADN (ácido desoxirribonucleico, portador de la información genética). Esto conduce a la generación de muchas y graves enfermedades llamadas degenerativas. Además, son una importante causa del envejecimiento. Existen situaciones en las que hay un aumento en la producción de radicales libres, y que se engloban dentro del denominado estrés oxidativo.
El Estrés y los Radicales Libres
Son muy diversas las causas que pueden desencadenar este tipo de estrés, por ejemplo, el ritmo de vida estresante; la luz ultravioleta del sol (cada vez con mayor intensidad por la destrucción de la capa de ozono), gases radiactivos naturales (gas, radón); el tabaco, humos procedentes de tubos de escape y algunos componentes de los alimentos (aditivos, conservantes, colorantes).
Hoy podemos asegurar con bastante certeza que los organismos envejecen por dos grandes causas que actúan a la vez: las que provocan una alteración progresiva en los organismos (por ejemplo, los radicales libres) y las genéticas, que establecerán una muerte programada de los individuos. Se han descubierto setenta genes que son los que intervienen en la modulación de la velocidad del envejecimiento humano y pueden ser considerados como los genes del mismo.
Por otro lado, en el hombre, el ADN de cada célula sufre cada día unas diez mil modificaciones producidas por los radicales libres. A pesar de que las células poseen eficaces mecanismos de reparación, una pequeña fracción de esas modificaciones queda normalmente sin reparar, provocando con la edad una acumulación de esas alteraciones. Gran parte de las alteraciones producidas por los radicales libres se corresponden con enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Alimentos que Contienen Radicales Libres
El mayor peligro de algunos alimentos no es su contenido en radicales libres; sino en compuestos tóxicos que se comportan como promotores en la producción de radicales una vez ingeridos.
Así, los champiñones, el apio, el perejil; las habas o las judías contienen sustancias que al ser descompuestas en el organismo generan radicales libres.
También el café, té y chocolate actúan potenciando su aparición. Los vegetales son portadores de productos antioxidantes. La vitamina E o tocoferol, muy abundante en el germen del trigo, es el principal eliminador de radicales libres en las membranas celulares.
Los carotenos son otros importantes antioxidantes, y están presentes en todos los alimentos que contienen clorofila, sobre todo en las zanahorias, los tomates, los pimientos, etc. Tienen efectos protectores sobre los fumadores (los alquitranes presentes en el humo del tabaco producen abundantes radicales libres).
Otros grandes antioxidantes son el ácido ascórbico o vitamina C (presente en los cítricos) y el selenio. Seguimos avanzando y he de decirle que cada vez le siento como más amigo; pues ambos estamos ya embarcados en el mismo deseo: vivir más y mejor.
Pese a las normas y a las limitaciones; debemos seguir disfrutando con las comidas, pues al placer de la boca añadiremos el de la inteligencia. Mi cuerpo es caprichoso, pero está (debe estarlo) dominado por la mente.
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