La diarrea es un trastorno molesto y desagradable que puede tener multitud de causas. Hay más de cien influencias perturbadoras en nuestro tracto gastrointestinal que la pueden desencadenar, lo que es signo por sí mismo de lo sensibles que son el estómago y el intestino con sus mucosas extraordinariamente frágiles.
Cuando las heces llevan sangre en la diarrea o si ésta se presenta de manera constante sin causa aparente, hay que acudir al médico, puesto que puede existir una enfermedad grave oculta, como por ejemplo una úlcera, una peligrosa infección o una inflamación.
La dieta astringente
Muchas personas tienden a sufrir diarrea por motivos nerviosos, que aparece de una manera espontánea cuando están sometidos a estrés o a premuras de tiempo. A menudo se produce también una gripe intestinal de tipo infeccioso, que dura poco tiempo y que con un régimen apropiado desaparece con rapidez.
En todos los casos de trastornos digestivos leves o perturbaciones gastrointestinales acompañadas de diarrea, flato y cólicos intestinales, la dieta se orienta hacia una rápida sustitución de las pérdidas de agua y sales. Cuando la diarrea es permanente, el cuerpo pierde importantes minerales, sobre todo potasio, sodio y magnesio; esto provoca cansancio, falta de estímulos, inapetencia y trastornos nerviosos.
Aquí se reduce al máximo posible la masa alimenticia, por lo que se hacen sólo pequeñas comidas. La alimentación ha de ser rica en proteínas, hidratos de carbono, aceites vegetales, vitaminas y minerales para que la pérdida permanente de valiosos nutrientes causada por la diarrea se compense lo más rápidamente posible.
Es importante beber gran cantidad de líquido y deberán evitarse aquellas cosas que pueden provocar la diarrea, como por ejemplo el consumo de leche o de fruta inmadura, una excesiva concentración de fibra o incluso el estrés. La dieta normaliza el medio gastrointestinal, por lo que no sólo es indicada para el tratamiento de la diarrea sino también para reducir el peso.
¿Qué se puede comer?
Calorías: 1.000-1.500 diarias.
Proporción de nutrientes: 50% hidratos de carbono, 35% proteínas, 15% grasas.
Desayuno: Té con azúcar o miel. Muesli de cereal, papilla de avena con fruta.
Comida: Arroz cocido con frutas; filete de pavo con arroz natural; zanahorias con patatas.
Cena: Muesli de plátano; arroz con leche; estofado de pollo con arroz.
Bebidas: Té o infusiones de hierbas con azúcar y sal, cola, jugo de verduras.
Componentes de este régimen
Con un mínimo de alimentos sólidos hay que procurar beber mucho, preferentemente té o infusiones de hierbas, a los que se añadirá tanto azúcar como sal. El cuerpo necesita ahora muchas vitaminas B que se encuentran en los huevos, el hígado, las hortalizas de hoja, la leche y los productos lácteos.
Es recomendable la papilla de avena con manzanas crudas para aportar suficiente vitamina C. También son adecuados los plátanos o zanahorias con puré de patata. En menús ligeros se puede garantizar el aporte de proteínas con un poco de carne de ternera o de aves y el de minerales y vitaminas a corto plazo con un preparado farmacéutico.
Ventajas y beneficios
En los casos leves, esta dieta resuelve los desagradables espasmos intestinales, las heces acuosas y los mareos. Contribuye además a crear una flora intestinal sana y rica en enzimas, después de eliminar del intestino grueso las bacterias causantes de alergias y otras sustancias tóxicas del resto del intestino.
Después del régimen curativo de la diarrea debe iniciarse una dieta mixta, equilibrada y a ser posible pobre en grasas. Hay que adaptar lentamente la ingesta diaria de calorías a las necesidades energéticas. De esta manera, las personas con sobrepeso no volverán a recuperar de inmediato los kilos que han perdido durante los días de la diarrea.
Resumen de la dieta contra la diarrea
La dieta contra la diarrea o astringente en su forma suave sustituye con rapidez las sales minerales, las vitaminas, las proteínas y el agua que se han perdido con la frecuente expulsión de heces. Dado que apenas contiene grasas, sirve al mismo tiempo para perder peso. O dicho de manera más exacta: los kilos perdidos en el curso de la diarrea no se recuperan de inmediato.
Desventajas
La dieta para diarrea la prescriben los médicos y las clínicas en formas modificadas y no presenta ninguna desventaja.
Intolerancias y efectos secundarios
Las personas que sufren con frecuencia diarrea sin causa aparente o cuyas heces llevan sangre o mucosidades sanguinolentas, no deben especular sobre el efecto curativo de esta dieta. Han de acudir al médico para que se pueda diagnosticar la causa de sus trastornos.