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La dieta de proteínas líquidas, usos recomendables

Una dieta suplementaria de este tipo ( dieta de proteínas líquidas ) puede tener un considerable valor en el tratamiento clínico de la obesidad morbosa, bajo una estrecha supervisión médica como la que George Blackburn proporcionaba a sus pacientes del New England Deaconess.

Es más segura que el ayuno total, recomendado especialmente por Stunkard y otros muchos como la única vía efectiva para reducir la resistencia a adelgazar de ciertos pacientes cuya obesidad puede poner en peligro sus vidas, y los resultados son muy parecidos en ambos sistemas. dieta de proteínas líquidas

La dieta de proteínas líquidas y los fallecimientos asociados a la misma

Cuando falta esta supervisión médica puede ser peligroso en extremo y, como quiera que la Food and Drug Administraron incluye la dieta de proteínas líquidas entre los alimentos, en vez de entre las drogas, puede conseguirse sin receta.

Unos dos millones de aspirantes a adelgazar la están utilizando sin las debidas precauciones médicas. Como ha advertido en repetidas ocasiones Blackburn, existe la posibilidad de pérdida aguda de minerales en esta dieta, pérdida que es capaz de causar enfermedades renales y cardíacas.

La clave del éxito de la dieta de proteínas líquidas, según el mismo Blackburn, consiste en que el paciente reciba las dosis adecuadas de los minerales necesarios, principalmente potasio. Cuando un individuo se ve privado de potasio con esta dieta de proteínas líquidas, puede sobrevenirle un colapso, y cuando esto sucede, escribe Blackburn, «no sabemos qué hacer».

Por desgracia, no hay modo de lograr una medida exacta del promedio de potasio que un individuo adulto normal necesita. Lo que para unos representa un superávit es para otros demasiado poco y el resultado es que la F.D.A. investiga en la actualidad la muerte de unas cuarenta mujeres, de 25 a 45 años, ocurridas mientras se sometían a una dieta de proteínas líquidas o cuando hacía poco tiempo que la habían abandonado.

Una de ellas, una mujer de 44 años, casada con un médico de Minnesota, falleció aparentemente de un fallo cardiaco siete semanas después de empezar un régimen de ahorro de proteínas. Dejó siete hijos, todos menores de edad.

Ante el profundo interrogatorio a que le sometió el subcomité para la salud y el medio ambiente de la Casa Blanca, el doctor Linn insistió en que aquellas muertes eran «meras coincidencias».

Los expertos del Centro Federal de Control de Enfermedades de Georgia no se muestran tan seguros de que la mera coincidencia sea la única relación entre todas estas muertes. Tras un estudio caso por caso, en el cual eliminaron a aquellas víctimas con historiales de diabetes o de anteriores fallos cardíacos —cualquiera de los cuales podía ser un factor que contribuyera a los fallecimientos—, encontraron quince casos en los que el único factor común era la dieta a base de proteínas líquidas.