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Dieta de líquidos, virtudes y beneficios

La dieta de líquidos —antes realizada con Metrecal, y ahora con proteínas líquidas— es otro medio de lograr una rápida disminución de peso. Tiene todas las virtudes de la dieta regulada por anfetaminas, pues es esencialmente pasiva, prescinde del factor del autocontrol y produce resultados inmediatos y espectaculares.

dieta de líquidos

Conociendo la dieta de líquidos

En el fondo, acaba por mostrar los mismos vicios que los que se asocian a las dietas por píldoras, con la única salvedad de que puede llegar a ser peligrosa para la vida del individuo y que sólo debe utilizarse bajo la supervisión médica adecuada.

No es de extrañar, en tal caso, que también tenga una de las principales deficiencias de todo sistema de pérdida rápida de peso, y es la de que no altera en modo alguno las costumbres alimenticias básicas del sujeto, y que al abandonarlo se produce casi de inmediato la recuperación de los kilos perdidos.

Un paso más en este régimen es el ayuno total, complementado habitualmente mediante vitaminas y sales disueltas en agua. En cuarenta y ocho horas la mayoría de pacientes en ayuno pierden la sensación de hambre, y a partir de ahí llegan a tolerar a menudo épocas de ayuno hasta de un mes.

El doctor C. C. Sturgis, profesor de medicina interna de la Universidad de Michigan, insiste en que es posible que una persona sobreviva de cuatro a cinco meses sin nada más que agua y apenas cuarenta y cinco kilogramos de su propio tejido adiposo.

Durante el ayuno, el hígado se queda casi vacío del glucógeno almacenado, una sustancia feculenta que se transforma rápidamente en glucosa, principal fuente de energía del cuerpo. Por desgracia, durante el ayuno desaparecen tanto el tejido adiposo como las proteínas musculares, lo que produce cuerpos cetónicos.

Las cetonas, poderosos inhibidores del apetito, son la base de la pérdida de apetito que tiene lugar durante el segundo día de todo ayuno riguroso.