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Críticas y desacuerdos con la dieta Atkins

Muchas autoridades están en desacuerdo con las hipótesis de Atkins —Jules Hirsch, de la Universidad Rockefeller, llega a afirmar que «no hay prueba alguna de que la mayoría de obesos padezcan un bajo nivel de azúcar en la sangre»— pero pocas pueden discutirle los resultados.

Los seguidores del método Atkins pierden, efectivamente, peso, igual que lo perdió William Banting e igual que lo perdían los pacientes de Herman Taller, aunque muchas veces les resulta difícil de aceptar que están perdiendo peso que no deberían perder, que están perdiendo el peso equivocado.

criticas a la dieta Atkins

La dieta Atkins y su posible peligrosidad

Hirsch asegura que la dieta de Atkins sólo funciona porque elimina absolutamente los hidratos de carbono; por tanto provoca la cetosis, y no porque redistribuya un falso déficit de insulina. Muchos especialistas, conscientes de los efectos desagradables de la cetosis -entre los que se cuentan náuseas, vómitos, debilidad, apatía, deshidratación, pérdida de calcio, fallos renales en individuos susceptibles, irregularidades cardíacas y tendencia a sentirse desmayado o mareado-, previenen contra todo tipo de dieta que sea un poco más que levemente cetogénica.

Atkins no lo cree así. Recomienda a sus lectores que se hagan con un producto denominado Ketostix —unas varillas de plástico, en venta en el mercado norteamericano, que se vuelven de color púrpura cuando se introducen en la orina de un individuo cetogénico, para asegurarse de que siguen en estado de cetosis.

El Ketostix, que el laboratorio Miles ha venido fabricando durante veinte años antes de la aparición del libro de Atkins, se creó para permitir a los diabéticos detectar su desequilibrio de insulina. Cuando las ventas de Ketostix aumentaron espectacularmente tras la publicación del libro La revolución dietética del doctor Atkins, un portavoz de los laboratorios Miles, recordando quizá lo sucedido en el escándalo de Calories Don’t Count, se sintió obligado a comunicar: «Debo dejar bien claro que nuestros laboratorios no recomiendan esta dieta. Entre nuestra plantilla de investigadores se cuentan buenos expertos en nutrición, y en su opinión la dieta del doctor Atkins es nociva para la salud.»

Los directores del laboratorio Miles no estaban solos en su opinión acerca de la peligrosidad de la dieta Atkins. El Consejo Alimentario de la Asociación Médica Americana calificó dicha dieta de «régimen estrafalario… sin ningún mérito científico, que no representa innovación o revolución alguna».

El Consejo hizo algunas consideraciones en un tono algo retórico: «Si estas dietas son verdaderamente eficaces, ¿cómo es que desaparecen en la oscuridad del olvido en un tiempo relativamente corto, para reaparecer unos años más tarde con un disfraz ligeramente distinto y un nuevo patrocinador?»

El doctor Charles Roland, de la Clínica Mayo, señaló que, «pese a las tremendas generalizaciones y a la exuberante confianza demostrada por el doctor Atkins, sus tesis se basan mayoritariamente en presunciones carentes de pruebas, entre ellas que el exceso de peso resulta de la incapacidad en cuanto a metabolizar adecuadamente los hidratos de carbono».

El doctor Neil Simón, autor también de varios libros de métodos de adelgazamiento, declaró que en su opinión sólo las proteínas, y no las grasas, se descomponen en azúcares cuando el nivel de azúcar en la sangre decrece.