Seguir un plan de alimentación equilibrado y saludable.
Modificar los hábitos que le incitan a comer en exceso.
Practicar algún tipo de actividad física.
A veces, es conveniente ponerse en manos de un especialista médico, que le orientará no sólo en el tratamiento medicamentoso, sino también en la dieta a seguir, en función de su tipo de obesidad, desequilibrio,etc.
Consejos Que Puedes Seguir
Rechace siempre las dietas de los compañeros de trabajo, los amigos o vecinos (la del pomelo, la de plátanos y leche, etc.), ya que desde el punto de vista nutricional son poco serias y bastante peligrosas.
Le recomendamos que siga el sistema «A-B-C»:
Día A: Dieta y ejercicio = Reducción progresiva.
Días B: Comer un poco más y hacer poco ejercicio = Día de mantenimiento.
Día C: En el que se permite toda clase de libertades.
Recomendamos que al final de cada día se marque en el calendario la nota adecuada, ¿qué letra nos merecemos? La fórmula generadora es aquella en la que el número de días A supere al de días B y, por descontado, el número de días B al de C. Pero, ¡mucho cuidado!, este sistema sólo debe seguirse cuando se ha llegado al estado de mantenimiento.
Otras Sugerencias que puedes Hacer
Si estás en el trabajo:
No tenga comida a mano.
Si hay autoservicio, pida a un compañero que le sirva su bandeja (suelen ser más amables las compañeras).
Si estás en restaurantes:
No mire el menú; sepa de antemano lo que pedirá.
Pida antes que los demás y no se deje seducir por las ofertas del maître.
Pida que le retiren el pan y la mantequilla.
Si quiere picar algo, que sea queso blando.
Si estás en fiestas:
Coma algo antes de acudir.
Tome poco o nada de alcohol.
No mire la comida.
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