Los pasos Fundamentales
Volver al equilibrio perdido
El objetivo terapéutico es el equilibrio a todos los niveles. Es necesario buscar todos los medios alimentarios y medicamentos para contribuir a llevar el cuerpo a un estado de armonía.
Volver al peso normal
El peso normal es el que corresponde a la forma del cuerpo más cercana posible a la forma armoniosa. Conviene tener en cuenta: a) El sujeto ha tenido peso normal; b) Conviene ajustar al peso normal anterior.
En la mujer:
1 kg por cada diez años desde la pubertad.
1 kg por cada embarazo.
En el hombre:
- 1 kg por cada cinco años.
Acción terapéutica
Dos reglas son fundamentales
a) La necesaria búsqueda del equilibrio no deberá pasar por la acción de terapias agresivas. La suma de dos equilibrios (la que nos ha conducido a la obesidad más la ocasionada por el tratamiento) no podrá causar un equilibrio, sino un doble desequilibrio.
b) El objetivo de la medicina es encontrar y utilizar los medios de corregir las anomalías bioquímicas responsables de la enfermedad.
Acción dietética
Es necesario adaptar una correcta alimentación a cada tipo de obesidad. Las sales minerales, las vitaminas y los oligoelementos, así como las fibras, deben estar presentes en cantidad suficiente. El ritmo de las comidas deberá ser de tres al día y se ha de comer con lentitud. Masticar bien. El alcohol debe ser prohibido, sobre todo en las obesidades abdominales con somnolencia postprandial, ya que son agravadas por el alcohol.
Moderación calórica
Es necesaria sobre todo en el apetito distorsionado que se desarrolla en las obesidades alimentarias, localizadas en la parte alta del cuerpo. El régimen debe de economizar entre 700 y 900 calorías por día.
Es necesario recomendar la supresión de alimentos hipercalóricos: charcutería, pescados ahumados, sardinas, atún, legumbres secas, pan, harina, materias grasas, azúcar y frutos secos.
Otros Pasos Fundamentales
Moderación glucémica
La moderación glucémica se dirige a los sujetos en los que el metabolismo de los hidratos de carbono está perturbado y cuando las reservas pueden ser consideradas normales, pero mal utilizadas (obesidades abdominales nerviosas o medicamentosas y constitucionales familiares).
También es conveniente en las obesidades abdominales metabólicas, prediabéticas y aterógenas. La acción dietética no tiene un valor curativo, aunque es necesaria.
La restricción de azúcar debe ser moderada y no debe descender por debajo de 60 mg por día.
Es eficaz recomendar una o dos veces por semana una alimentación totalmente desprovista de glúcidos durante veinticuatro horas. Sin embargo, esta moderación glucídica no tiene sentido si no está apoyada por un tratamiento de las causas de la obesidad.
Alimentos permitidos a voluntad
Todas las carnes, incluso las aves y caza.
Charcutería magra (jamón, salchichón, lomo embuchado).
Todos los pescados: evitar los pescados rebozados.
Mariscos.
Las legumbres verdes (espinacas, berenjenas, apio, champiñones, repollo, coliflor, coles de Bruselas, endivias, espinacas, judías verdes, pepino, calabacín, puerros, pimientos).
Todas las «crudités» y ensaladas, aliñadas con limón o vinagreta y siempre con aceite vegetal.
Todos los quesos, excepto los de cabra.
Yogures y leche.
Mantequilla.
Huevos.
Alimentos que se pueden consumir una vez por semana
Alcachofas, remolacha, zanahorias, cebolla, guisantes.
Las frutas se deben consumir fuera de las comidas, solas, sin otro alimento acompañando. Máximo dos piezas por día.
Alimentos no permitidos o a consumir con mucha prudencia
Las harináceas (arroz, patatas) una vez por semana, sin sobrepasar los 100 g.
Las féculas (garbanzos, alubias, lentejas).
Consumir con moderación los patés y la charcutería muy grasa.
Pan. Únicamente integral y 50 g en el desayuno.
Frutos secos (máximo una vez por semana).
Helados y sorbetes con azúcar.
Alcohol, zumos de fruta.