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Remedios Caseros para el Asma cardíaca

Remedios caseros para el Asma cardiaca

Remedios ancestrales  para el Asma cardíaca

 

Remedio natural 1:  Ajo de oso

Para preparar esta infusión, se escalda una cucharadita colmada de ajo de oso por taza, se deja reposar medio minuto y se cuela. Se recomienda beber a sorbos tan sólo una taza al día (por la mañana) y ninguna más. Para realizar una cataplasma de equiseto menor hay que calentarla con el vapor de agua en ebullición.

Remedio Eficaz 2:  Amargo sueco

Con la infusión de ajo de oso se toma también una cucharadita de amargo sueco por taza. Externamente se aplica durante el día una cataplasma de amargo sueco en la zona del corazón. Primeramente se aplica sobre la piel ungüento de caléndula, para que el alcohol del amargo sueco no elimine la grasa de la piel dañándola.

A continuación se humedece una torunda de algodón lo suficientemente grande con amargo sueco y se coloca sobre la piel engrasada. Como aislamiento térmico se coloca encima una capa de algodón seco y un plástico, y con un paño caliente se sujeta la cataplasma. Debería dejarse actuar unas cuatro horas.

unguento-de-calendula

Remedios popul 2: Cataplasma de equiseto menor

Cataplasma de equiseto menor. Por la noche se coloca una cataplasma de equiseto menor sobre el tórax. Se echa un puñado colmado de equiseto menor dentro de un colador y se pone éste sobre una olla de agua hirviendo. Con el vapor ascendente se calienta el equiseto menor. Las hierbas calientes se echan en un paño limpio, que se coloca sobre la zona del corazón. Con otro paño limpio se fija la cataplasma.

 

Remedio casero 3: Ungüento de caléndula

El ungüento se prepara con hierbas y manteca de cerdo pura. Se trocean finamente cuatro puñados de hojas, flores y tallos frescos de caléndula. En una sartén se calientan 250 g de manteca de cerdo pura, se agregan las hierbas finamente troceadas y se deja espumar todo una vez.

Después de remover la manteca y las hierbas, se retira la sartén del fuego. Se tapa y se deja reposar un día. Al día siguiente se calienta ligeramente, se pasa su contenido por un paño limpio, se exprimen los restos, y el ungüento resultante se introduce en recipientes herméticos.