Saltar al contenido

Remedios caseros para el tratamiento de las hemorragias

Remedios caseros para las hemorragias

Remedios caseros para el tratamiento de las hemorragias

Conoce para que sirven los torniquetes

En caso de hemorragia, y si ésta es abundante e imposible de contener, hay que aplicar un torniquete. Si bien para hacerlo hay que dominar hasta cierto punto esta técnica, pues entraña algunas dificultades.

Remedios caseros para el tratamiento de las hemorragias

Técnicas para hacer un torniquete

  • El material más adecuado para formar un torniquete es una tira de tejido resistente, que pueda dar dos vueltas alrededor del miembro afectado, más un nudo fuerte. Si no se tiene a mano tal clase de tira puede utilizarse una toalla, un pedazo de manta, una corbata, etcétera, aunque nunca un alambre ni una cuerda.
  • Entre el torniquete aplicado y el miembro lesionado debe colocarse un almohadillado hecho con gasas esterilizadas, unos pañuelos o cualquier pedazo de tela blanda y doblada. Aplicar directamente sobre la arteria, a fin de comprimirla más.
  • Para la aplicación del torniquete se dan dos vueltas al miembro, incluyendo antes la almohadilla, y se hace un nudo. Sobre el cual se pone una varita resistente que también ha de quedar anudada.
  • A dicha varita se le da vueltas hasta que la herida deja de sangrar. Fijando el otro extremo de la varita de forma paralela al miembro, mediante una venda o pañuelo.

Remedios caseros para el tratamiento de las hemorragias

Lugares más adecuados para hacer un torniquete

  • Los lugares más adecuados para colocar un torniquete son el brazo, a unos diez o doce centímetros de la axila, y el muslo a la misma distancia de la ingle.
  • En caso de una gran hemorragia, y solamente hasta la llegada del médico o la ambulancia. Puede aplicarse un torniquete más cerca de la herida o lesión. Después, es conveniente no mover al herido hasta que pueda ser auxiliado de forma más eficaz.
  • Si dicha ayuda tarda más de lo debido. Es conveniente aflojar el torniquete por medio de la varita, cada 15 minutos. Con el fin de que circule más libremente la sangre y evitar la gangrena.
  • Durante esta operación de aflojar el torniquete, hay que contener la hemorragia con la otra mano, presionando sobre la misma herida.
  • Los torniquetes llevan en sí el peligro de la gangrena. Al impedir la circulación del torrente sanguíneo que, caso de prolongarse indebidamente, podría ocasionar la pérdida del miembro, por muerte del mismo. A esta muerte de los tejidos orgánicos se da el nombre de gangrena. Por consiguiente, un torniquete jamás debe estar aplicado más allá de una hora.
  • También existe el peligro de que un torniquete demasiado prieto comprima un nervio contra un hueso. Lo cual podría causar la parálisis temporal o permanente de algún músculo; y lo mismo cabe decir respecto a una arteria, riesgo que se elude colocando el almohadillado antedicho.

Sin embargo, existen muchos casos en que la colocación de un torniquete de forma adecuada puede salvar una vida.