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Remedios caseros para calambres y desgarres musculares

Remedios caseros para calambres y desgarres musculares

Remedios caseros para calambres y desgarres musculares

Características de los Calambres

Un calambre es el resultado de una tensión excesiva del músculo. Sus filamentos se contraen hasta el punto de producir dolor. Y sin embargo, no sólo son consecuencia de un ejercicio excesivo: también pueden ser el resultado de un cansancio extremo, trastornos circulatorios, una carga desequilibrada o estrés.

Remedio popular 1: Extender el músculo

Afortunadamente, en la mayoría de los casos basta con extender el músculo; igualmente efectiva puede ser una presión continuada sobre éste. El frío no conviene en ningún caso. Por el contrario, los calambres más persistentes ceden la mayoría de las veces ante el calor. Un baño o una ducha calientes alivian la tensión.

Al final se debería hacer un poco de gimnasia, para terminar de relajar la musculatura. Para conseguir que el calor se mantenga, se recomienda como medida preventiva usar una indumentaria deportiva apropiada.

Ya que los calambres con frecuencia se deben a falta de minerales, los deportistas deberían, sobre todo en verano, preocuparse de aportarlos al cuerpo en la cantidad suficiente. Cuando hace mucho calor, los deportistas pierden abundantes minerales con el sudor; beber mucho y comer frutos secos es la mejor manera de restituirlos.

Remedios caseros para calambres y desgarres musculares

Conoce sobre las distorsiones y desgarros musculares

Las distorsiones y los desgarros musculares son lesiones muy similares. Pero en una distorsión se mantiene la estructura muscular, mientras que en el desgarro, como su propio nombre indica, ésta se rompe. En una distorsión se producen pinchazos y dolores punzantes, sobre todo cuando se presiona sobre la zona afectada.

En un desgarro aparece un abultamiento doloroso, que pronto da lugar a una hemorragia. En la medida de lo posible, ésta debe ser contenida. Para ello, lo mejor es mantener la zona afectada bajo el agua fría. Aún mejores son los masajes ligeros, haciendo círculos, con cubitos de hielo. Muy buena para un tratamiento de frío es la compresa descrita más adelante.

Remedio casero 1: Aplicar un vendaje

Después de estos primeros auxilios se debería aplicar un vendaje, para dejar reposar el músculo lesionado. No conviene apretarlo demasiado, la sangre debe poder seguir fluyendo. Si aparecen cardenales, la curación se retrasará. Una vez curada la lesión se recomienda seguir llevando durante algún tiempo un vendaje elástico al hacer deporte.

Tenga siempre en cuenta que: los músculos no preparados, fríos, son más propensos a este tipo de lesiones que los que están bien entrenados. Por eso es aconsejable hacer ejercicios de calentamiento antes de realizar un esfuerzo deportivo.

También hay que evitar un sobreesfuerzo, ya que en caso de musculatura cansada existe un peligro grande de lesiones.

Remedio natural 2: Compresas

Se empapa un paño con agua abundantemente salada; se retuerce y se mete en el congelador (la sal impide que el paño se ponga rígido). Después de una hora y media se saca el paño y se le aplica durante 20 minutos sobre la zona dolorida.

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