El objeto general de la antropología es el estudio de la cultura, cualquier definición que prefiramos estará perfilada en torno a la actividad humana socialmente determinada y significada.
Particularmente hablando de alimentación humana como expresión sociocultural, la antropología estudia sus elementos significativos, determinantes y determinados, en el ámbito de los sistemas y procesos relacionados con el acto mismo de la alimentación en tanto conjunto de acciones sociales.
Cultura del Comer
La civilización y la cultura han creado la gastronomía o arte de preparar una buena comida; y en su segunda acepción la afición a comer regaladamente. Hemos perdido la voracidad, pero mantenemos los rituales; así, las mesas se visten y adornan; las vajillas y las cuberterías pueden ser auténticas obras de arte, las copas pueden ser piezas costosas; convirtiendo la mesa en un altar pagano, que evoca el ágape comunitario.
Nos reunimos a comer para hablar de negocios, firmar pactos, rematar asuntos, y, por descontado, para celebrar acontecimientos familiares o cumplir con las fiestas tradicionales. La mesa constituye un lugar de encuentro y debería ser fundamentalmente sana, pues no es concebible la irracionalidad ni el compromiso cuando hablamos de nuestra salud.
No podemos dejarnos vencer por la tentación de ciertos platos; si no están en nuestros planes dietéticos, y esto no sólo debemos exigirlo para nosotros, sino también para los demás; así que no insistiremos obligando a nuestros invitados a que rompan su régimen; porque un día es un día, y al fin y al cabo ya harás la dieta mañana.
Termino aquí la gustosa reflexión y paso a la acción terapéutica; a la divulgación de los a veces complicados conceptos médicos, pero absolutamente necesarios si queremos luchar de verdad contra la obesidad.
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