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Propiedades saludables del Hierro y el Cobre

Propiedades saludables del Hierro y el Cobre

Importancia del hierro en nuestro organismo

Si se quisiera destacar de un modo especial la importancia de un elemento vestigial para nuestra salud, habría que mencio­nar al hierro, que aparece unido a las proteínas y que está pre­sente en todas las células de nuestro cuerpo. Sin él, las células serían incapaces de existir.

El hierro tiene una función principal: se une a una proteína y a cobre para formar hemoglobina, el colorante de los glóbulos rojos. La hemoglobina transporta el oxígeno desde los pulmones hasta todos los rincones del cuerpo También para la producción de mioglobina, el colorante rojo de los músculos, el hierro es imprescindible. La mioglobina lleva a las células musculares el oxígeno, que es importante para el trabajo muscular.

El hierro ayuda a muchos enzimas en el metabolismo de las proteínas y colabora con otros nutrientes en las funciones respiratorias. Sin calcio y cobre el hierro no puede llevar a cabo sus misiones tan necesarias para la vida.

Muchas personas se deciden por una dieta pobre en calorías sin pensárselo más, y sin saber ni tener idea de las catastróficas consecuencias que esas medidas restrictivas pueden tener para el metabolismo.

ostras

¿Como se absorbe el hierro?

Un ejemplo: es frecuente leer que el hierro ne­cesita la vitamina C para ser absorbido en el tracto gastrointesti­nal. Efectivamente, el noventa por ciento del hierro tomado con la alimentación no es aprovechado, esta valiosa sustancia no llega a la corriente sanguínea y es expulsada del cuerpo.

La vi­tamina C se descompone en el aire (o en el tracto gastrointesti­nal) en un primer producto de degradación ácido ascórbico-oxidasa.

Ahí aparece el cobre, que el hierro necesita para su propia incorporación al metabolismo. Esto lo vemos con toda claridad si cortamos una manzana por la mitad y la dejamos reposar. Lo que aparece de color rojizo en seguida en el corte fresco es co­bre. Sin él, el hierro no puede desplegarse en el cuerpo y queda en reserva en el hígado, casi inútil.

El hierro de las proteínas de origen animal se absorbe con mayor rapidez que el procedente de las de origen vegetal. Sin embargo, es el grado de acidez de los jugos gástricos el que decide sobre la solubilidad y la disponibilidad del hierro.

Además, el equilibrio de los nutrientes calcio, fósforo y hierro desempeña un papel de inmensa importancia. El exceso de fósforo impide la absorción del hierro; lo mismo que la ausencia de jugos gás­tricos, el exceso de fibra, el café o el té, o determinados ácidos vegetales.

El hierro es especialmente abundante en el hígado; la carne magra, las ostras, el corazón, la lengua, las verduras, los productos integrales y los frutos secos.

También este elemento vestigial aparece en casi todos los te­jidos corporales. Tal como se ha dicho ya, participa en la sínte­sis de la hemoglobina, el colorante rojo de nuestra sangre.

frutos-secos

Información sobre el cobre

El cobre aparece en numerosos enzimas activos en el metabolismo de los tejidos corporales, participando además en importantes procesos del metabolismo de las proteínas, hasta la preparación y el apoyo de las sustancias nerviosas más finas.

Así, por ejem­plo, hace posible y acelera la degradación metabólica del ami­noácido fenilalanina en dopamina y noradrenalina, que son neurotransmisores que deciden de manera notable sobre la salud psíquica, la disposición al sueño, el optimismo, el dinamis­mo, etc.

La renuncia irreflexiva al cobre (o a la vitamina C) al decidir de forma prematura una determinada dieta; puede pro­vocar más daños que las ventajas de adelgazar unos pocos kilos.

El cobre abunda especialmente en el hígado, los productos integrales; las verduras de hoja, los frutos secos y también el pescado de mar. Sin embargo dependiendo de la región de cul­tivo no todas las plantas tienen la misma riqueza en este mine­ral; por lo que la proporción de este elemento vestigial esencial es distinto de un país a otro.