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Propiedades y beneficios de los Heléchos

Propiedades y beneficios de los Heléchos

Propiedades y beneficios de los Heléchos

Los Heléchos no son una familia, sino todo un pueblo

A propósito, ¿cómo se los llama en latín? No lo sabemos: habría que establecer primero de qué helécho queremos hablar, porque existen numerosas especies. Existe, por ejemplo, el helecho dulce o «polípodo».

Está también la Capilar de Montpellier, llamada poéticamente «cabellos de Venus» (Adiantum capillas veneris), con todas sus subespecies; está el helécho águila (Pteridium aquilinum) y el helécho macho (Dryopteris filis mas), y muchísimos otros.

Después de pasarles revista rápidamente, diremos que hace trescientos cincuenta millones de años el pueblo de los heléchos estaba en el apogeo de su esplendor. Estos heléchos constituyen el origen de la formación del carbono fósil, del carbón. ¿Sabíais que los carbones de la cuenca de Saint-Etienne, en Francia, están formados por dos quintas partes de heléchos?

Propiedades y beneficios de los Heléchos

Forma de reproducción

Los heléchos se reproducen de una manera bastante curiosa: en dos tiempos. Observemos, por ejemplo, el helécho macho, planta muy común en los parajes umbríos de Francia, donde crece en colonias perfectamente organizadas.

Grandes hojas, llamadas «frondes», doblemente dentadas y mantenidas erectas por un pedúnculo que, al prolongarse en los lóbulos se llama «raquis», nacen de un rizoma grueso y un poco caído, que constituye el verdadero tallo de la planta.

A mediados de verano veréis debajo de estos frondes unas bolitas, primero cubiertas de una especie de piel gris azulada; luego, cuando la piel protectora se va, las bolitas aparecen de color marrón y formadas por cierto número de granitos apenas visibles a simple vista.

Estos granitos se llaman esporangios; al madurar se abren y liberan minúsculas esporas; así pues, los frondes de los heléchos presentan en la madurez numerosas esporas, que no son sino esporas agrupadas. Apenas hayan encontrado las condiciones de humedad necesarias, germinarán en laminillas, verdes y lisas, en forma de corazón.

En la cara inferior, es decir en la que mira hacia tierra, los limbos contienen los órganos masculinos y femeninos: la fecundación se efectuará por medio del agua.

Después de la fecundación, la célula inicial —óvulo fecundado— se dividirá, dando nacimiento a una primera raíz y a una primera hoja. Así es como nace un nuevo helécho. Hablemos un poco ahora de las diversas sub- especies.

Tipos de Helechos

Empecemos por la capilar (Adiantum capillus veneris). La capilar nace, vive y muere cerca de las fuentes, de los manantiales, a la entrada de grutas húmedas, en las orillas de los ríos. Este helécho es fácil de reconocer por sus peciolos negros y finos. La capilar es en cierto modo una planta privilegiada, en el sentido de que está destinada a ser arrancada de la tierra para ser cultivada en las casas.

Ocupémonos también de la «cedráquea» (Ceteracha officarum), llamada asimismo «hierba dorada» por las escamas rojizas que cubren la cara inferior de las hojas estrechas. La cedráquea, planta vivaz y siempre rica en hojas, suele ornar los viejos muros. Reacción curiosa al sol: los rayos del sol la hacen ensanchar, mientras que a la sombra, por el contrario, se alarga.

El helécho águila (o «gran águila») (Pteri- dium aquilinum): hojas grandes y triangulares (que pueden alcanzar hasta 3 metros de alto), muy recortadas, abundantes, hasta el punto de invadir en ocasiones las praderas abandonadas. Suele ser cortado preferentemente a finales de junio; enriquece la tierra de ácido fosfórico, de ázoe y de magnesio.

El helecho macho (Polystichum filis mas): su aspecto es muy parecido. Ante todo diremos que el helécho macho es una planta tóxica; cuidado, pues; utilizadla solamente con la mayor prudencia. El helecho macho prefiere los rincones sombreados de los jardines y de los parques. Antiguas tradiciones afirman que los que se acuestan sobre una mata de heléchos sufren mareos y violentos dolores de cabeza; lo mismo podrían sucumbir a un sueño definitivo.