En la absorción de los alimentos por el intestino delgado; intervienen unas moléculas especiales contenidas en los jugos pancreático y biliar; que reciben el nombre de enzimas y que no son sino cadenas proteicas especializadas en hidrolizar (romper) las moléculas de que están constituidos los alimentos: hidratos de carbono, grasas y proteínas. Se habla de sacaralosis, proteolisis y lipolisis.
Pero esta capacidad de las enzimas para «romper» las moléculas de los alimentos es totalmente específica, de tal manera que la enzima que sirve para hidrolizar a los hidratos de carbono (o azúcares) no es útil para las proteínas o las grasas.
Datos de Interés sobre el Intestino y el Colon
Se llama dotación enzimática en cada momento a la dotación de los distintos tipos de enzimas que existen en el intestino en un momento dado; pero que no es fija, sino que varía de un día para otro (e incluso a lo largo de un mismo día), en función del tipo de alimento que esté entrando en el intestino.
Lo normal es que en un individuo de dieta equilibrada se den tres grupos de enzimas a la vez; pero si se trata de una persona que come predominantemente hidrato de carbono (azúcares), su dotación enzimática se especializa en tal sentido, resultando las enzimas sacarolíticas las más abundantes. Algo parecido ocurriría con los otros dos grupos de enzimas, si la dieta es grasa o es proteica.
Este hecho permite «engañar» al intestino y dejarlo en un estado fisiológico de «malabsorción» relativa; ya que si una persona está entre 24 y 36 horas alimentada sólo de proteínas puras; en su intestino tiene lugar un proliferación tal de enzimas proteolíticas, que digieren incluso al resto de las del intestino (ya que las enzimas también son proteínas).
Si la comida siguiente a este período proteico es una comida rica en azúcares, no habrá apenas enzimas en el intestino delgado para digerirlas; y se perderán en las heces, sin ser apenas absorbidas. Habremos conseguido que el intestino aproveche peor algunos alimentos ingeridos.
Este estado de malabsorción relativa suele tener luego una duración de dos o tres días; por lo que recomiendo hacer una dieta proteica un día a la semana (preferentemente los jueves).
Una Buena Dieta
En «trucos» parecidos, jugando a «engañar» al intestino delgado, se basan métodos de adelgazamiento tan conocidos como las dietas disociadas. En ellas, la combinación y la sucesión de alimentos es tal, que va creando una continua malabsorción relativa; debido a que siempre hay una destrucción de enzimas que deja desprevenido al intestino para el alimento siguiente.
Por supuesto, esto no representa daño alguno para el organismo, y, por cierto; suele propiciar incluso un buen estado de salud, porque reduce el estreñimiento y otras molestias intestinales.
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