Nuestra sociedad presenta otras peculiaridades, y así se viene observando cómo en las últimas décadas; se ha desarrollado un gran consumo de alimentos light en los países avanzados. Esta actitud resulta de la reducción de las necesidades energéticas en la alimentación, debido, fundamentalmente, al sedentarismo.
Los alimentos bajos en calorías (a los que llamaremos light, para seguir la actual tendencia de utilización de palabras inglesas) podrían ayudarnos en esta reducción calórica y no sólo en la lucha contra la obesidad, sino también contra las llamadas enfermedades de nuestra civilización, en especial las cardiovasculares.
Desde el punto de vista fisiológico existen indicios clínicos de que estos alimentos podrían ser una verdadera ayuda en la estabilización del peso, siempre dentro de una estrategia nutricional prefijada.
Los Alimentos Light
El alimento light ideal sería el que simultáneamente fuera pobre en azúcar, grasas, sin alcohol y rico en fibras. La fibra se utiliza con éxito desde hace tiempo en el tratamiento del estreñimiento y en el control de la diabetes; pues se ha observado en las personas insulino-dependientes que consumen abundante fibra una disminución en los requerimientos insulínicos.
También hay estudios que preconizan que las fibras solubles (pectina, goma-guar); tienen un efecto reductor de los niveles de colesterol, tanto en pacientes con hipercolesterinemia, como en personas sanas.
Muchas enfermedades de nuestra civilización, y en particular el estreñimiento, los divertículos y el cáncer de colon, podrían resultar de una ingestión reducida de fibras, como apuntan los estudios epidemiológicos de Cleave y Trowell.
El salvado de trigo ha sido muy utilizado como fuente de fibra alimentaria. Es un ingrediente tradicional bien aceptado por el consumidor; en forma de pan integral y de cereales para el desayuno, obteniéndose una proporción de fibra alimentaria de 85 g/kilo; mientras que en el pan blanco la proporción es de 25 g/kilo.
Hay numerosos trabajos que demuestran que la fibra alimentaria, al aumentar la masa y la viscosidad del bolo alimenticio y disminuir la respuesta insulínica, provoca un aumento de la saciedad y de la sensación de «estómago lleno».
Como conclusión, podríamos decir que el consumo regular de alimentos light conduce al aprendizaje del contenido calórico real de los alimentos, permitiendo un nuevo ajuste de la ingestión a las necesidades calóricas.
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